EE.UU. pide instalar su radar en Bohemia Central
EE.UU. solicitó oficialmente al Gobierno checo la posibilidad de instalar un radar de defensa antimisil en el polígono militar de Jince, a unos 50 kilómetros al sudoeste de Praga.
La información sobre la eventual instalación del radar estadounidense cogió desprevenidos a los alcaldes de las localidades adyacentes. El alcalde de la ciudad de Príbram, Josef Rihák, teme que el radar pueda convertirse en blanco de un ataque antes que una base de defensa antimisil. También le preocupan las consecuencias ecológicas, debido a que Brdy es la fuente de agua potable para la región.
"La gente debería ser informada sobre todas las ventajas y los incovenientes. En mi opinión debería celebrarse un referéndum. Creo que todos los ciudadanos deberían manifestar su opinión y el Parlamento debería votar luego de conformidad con ello".
Por el contrario, el viceprimer ministro Alexandr Vondra está convencido de los beneficios de la base.
"La base de radar tendrá que funcionar económicamente, los soldados comprarán provisiones, se construirá la infraestructura. Todo ello significa que la región recibirá, sin duda, recursos para su desarrollo".
Los políticos checos opinan que las negociaciones con EE.UU. podrían prolongarse durante un año. El jefe de la Agencia de Defensa contra Misiles estadounidense, Henry Obering, indicó sin entrar en detalles que EE.UU. tiene una solución de reserva en caso de que fracasen las negociaciones con la República Checa y Polonia, disipando los temores de Moscú de que estas medidas estuvieran dirigidas contra Rusia. La tarea de la base estadounidense en Europa Central será detectar eventuales misiles de largo alcance de Irán.