El jefe de la OTAN apoyó al primer ministro checo en cuanto a la base estadounidense
El proyecto de EE.UU. de instalar un radar de defensa antimisil en la República Checa afronta críticas tanto del Este, como del Oeste de Europa. Este lunes, el primer ministro checo, Mirek Topolánek, buscó apoyo en la sede de la OTAN en Bruselas.
El apoyo de la Alianza Noratlántica lo requieren el Partido de los Verdes y el opositor Partido Socialdemócrata para dar su consentimiento a la colocación del radar estadounidense en Bohemia.
Jaap de Hoop Scheffer respaldó a Praga al rechazar los reproches de que las bases estadounidenses amenazan la seguridad de Rusia, destacando que los planes de EE.UU. son muy transparentes.
"Creo que la Federación Rusa entiende muy bien que el sistema de defensa antimisil no está dirigido contra ella. Ello debe tenerlo claro cada uno", precisó Jaap de Hoop Scheffer.El primer ministro Topolánek se mostró satisfecho con el resultado de las conversaciones en Bruselas, aunque tuvo que hacer frente a los ataques del ministro de RR.EE. de Luxemburgo, Jean Asselborn, quien declaró que no "habrá estabilidad en Europa mientras se arrincone a Rusia" y exhortó a los checos y a los polacos a "adoptar una posición solidaria con Europa".
"En este momento no creo que cada uno de los 18 países miembros de la Unión Europea en cuyo territorio se encuentra una base estadounidense, deba intervenir en la decisión de instalar una base similar en territorio checo", protestó Topolánek.
La propuesta de abrir un debate sobre la defensa antimisil en la Unión Europea llegó del jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier, quien también desea un diálogo con Rusia.