¿Qué pasó con los confidentes de la Gestapo?
El 8 de mayo de 1945 terminó la Segunda Guerra Mundial en Europa con la capitulación incondicional de la Alemania nazi. Y terminó también la brutal ocupación nazi del Protectorado de Bohemia y Moravia que se había iniciado el 15 de marzo de 1939. Más de seis décadas después los archivos siguen desvelando escalofriantes datos sobre los antiguos confidentes checos de la GESTAPO.
Las autoridades de la Checoslovaquia liberada obtuvieron ya de los primeros interrogatorios de los miembros detenidos de la GESTAPO informaciones sobre la existencia de una red clandestina de antiguos confidentes checos de las fuerzas de seguridad nazis. Dichos confidentes fueron provistos en los últimos días de la contienda de dinero, documentos de identidad falsos y en muchos casos contaban con certificados falsos de su participación en la resistencia antifascista.
A raíz de los datos obtenidos en los interrogatorios, algunos integrantes de la red clandestina fueron descubiertos y arrestados.
Sin embargo, la dificultad consistía en que los órganos checoslovacos no tenían a su disposición una lista completa de los confidentes checos de la GESTAPO.
Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, los tribunales populares extraordinarios castigaron a 30 mil personas que durante la ocupación nazi cometieron delitos contra el pueblo checo. Estaba claro, no obstante, que muchos ex colaboradores de los nazis quedarían sin castigar.
En febrero de 1948 llegaron al poder en Checoslovaquia los comunistas.Éstos temían que los servicios de inteligencia occidentales, y sobre todo el estadounidense, reclutasen a los confidentes de la red creada por la GESTAPO. Los estadounidenses se habrían hecho supuestamente con las listas de los confidentes al llevarse el llamado Archivo de Stechovice.
Su historia es la siguiente:En los últimos días de la guerra, los nazis escondieron en una galería subterránea del valle de Stechovice, en las afueras de Praga, un archivo que contenía también materiales confidenciales de la GESTAPO. Un miembro de las SS que había participado en el traslado del archivo, lo reveló a los militares estadounidenses.
Aquí cabe recordar que las tropas estadounidenses liberaron de los nazis una parte del territorio checo. Ya que podían desplazarse libremente por Bohemia, penetraron en los subterráneos de Stechovice y se llevaron los materiales nazis secretos. El Gobierno checoslovaco protestó y los militares estadounidenses devolvieron el archivo. No se sabe, sin embargo, si lo devolvieron completo. Algunas fuentes afirman que los materiales más importantes faltaban.
Encontrar los archivos nazis fue una obsesión de la Seguridad del Estado de la Checoslovaquia de posguerra que se prolongaría hasta las décadas de los 70 y 80.
Cuando terminó en mayo de 1945 la guerra, en territorio checoslovaco se instaló el servicio secreto soviético NKVD. Los historiadores sostienen que hasta los máximos dirigentes del Partido Comunista de Checoslovaquia desconocían los detalles de sus actividades. Una parte de los agentes de su red en territorio checoslovaco fue reclutada bajo la promesa de la impunidad de los delitos cometidos durante la ocupación nazi.
De la misma manera procedería más tarde también la policía secreta del régimen comunista checoslovaco, la StB, que reclutaba a los agentes a través del chantaje de personas que se habían comprometido colaborando con las autoridades nazis.
Cuando se abrieron recientemente los archivos de la StB, a principios del año 2007 tuvimos la oportunidad de conocer en las páginas web del actual servicio de inteligencia civil el caso de Vladimír Pekelský y de su esposa Marie. La historia de esta pareja de espías de la policía secreta comunista que tienen en los archivos los nombres de guerra Tonda y Marina, es una típica historia de personas que fueron reclutadas por el servicio secreto comunista a raíz de su anterior colaboración con los nazis.
Según los documentos de los archivos de la StB, Vladimír Pekelský había militado ya desde 1937 en la organización fascista Vlajka- Bandera. Llegó a ocupar un alto cargo en la misma y después de la Segunda Guerra Mundial fue acusado de haber delatado a patriotas checos. En 1946 huyó ante la justicia checoslovaca a la zona estadounidense en Alemania.
Después de 1948 Vladimír Pekelský contactaba a los emigrantes checoslovacos en los campos de refugiados, obteniendo de ellos informaciones sobre la situación en el país.
El recién creado servicio de espionaje de la Checoslovaquia comunista se interesaba por sus actividades. En la primera mitad de los años 50 llegó el momento oportuno para convertir a Pekelský en un agente del espionaje comunista.
Ya en 1946 el servicio de espionaje checoslovaco reclutó a Marie Blaschtowitschková, ex mujer de un alto cargo nazi en el Protectorado de Bohemia y Moravia que fue ejecutado después de la guerra. Los documentos revelan que tras ser expulsada a Alemania, Blaschtowitschková se ganaba la vida con el contrabando y la prostitución.
Sin embargo, desde 1948 fue secretaria de Vladimír Pekelský de cuyas actividades informaba detalladamente al servicio de espionaje de la Checoslovaquia comunista. Unos años después la pareja se casó.
Los oficiales de la policía secreta StB se quejaron reiteradamente de la agente Blaschtowitschková por mantener frecuentemente relaciones amorosas con los funcionarios que dirigían su trabajo. Les preocupaba también la excesiva afición de la agente al coñac, según consta en los archivos.
Marie recibió el nombre en clave Marina. Se estima que espió a 35 personas de Checoslovaquia y de Alemania Oriental. La StB detuvo a la mayoría de las personas espiadas, pero parece que algunas fueron obligadas a colaborar con la policía secreta.
En 1953 la agente Marina propuso a su marido Vladimír Pekelský viajar a Viena. En la capital austríaca los agentes de la policía secreta checoslovaca secuestraron a Pekelský. Le amenazaron con que sería trasladado a la Checoslovaquia comunista y ejecutado. De cara a esta amenaza Pekelský firmó el compromiso de trabajar para la StB bajo el pseudónimo Tonda.
Así se formó la pareja de espías Tonda y Marina que suministraba informaciones sobre exiliados checoslovacos en Occidente.
La ola masiva de reclutamientos de los antiguos confidentes de la GESTAPO como colaboradores de la StB coincidió con la llegada al frente del Ministerio del Interior de Rudolf Barák. En el marco del operativo "Reconstrucción" fueron reclutados centenares de los antiguos colaboradores de los nazis.
Sin embargo, la StB pronto se dio cuenta de que fue contraproducente. Muchos de los antiguos confidentes de la GESTAPO ya no estaban en condiciones de entregar informaciones de interés para los nuevos dueños.
No hay que olvidar que algunos antiguos confidentes de la GESTAPO se incorporaron a la clase dirigente del sistema comunista. El ex agente de la red nazi de confidentes, Josef Veselý, ingresó después de la guerra en el Partido Comunista. En los años 50 trabajó como oficial de alto rango de la StB y participó en el montaje de los procesos políticos fabricados.
A principios de los sesenta fue director general de la cinematografía checoslovaca. Cuando empezó el deshielo político anterior a la Primavera de Praga, esta tenebrosa figura se sentó finalmente en el banquillo de los acusados.