Histórico avión checo intentará conquistar el Polo Norte
Un avión L-200 Morava fabricado en Checoslovaquia en los años 50 del siglo pasado, despegará el próximo 1 de abril del aeropuerto Ruzyně de Praga. Su meta será alcanzar el Polo Norte y sobrevolar en dos minutos todos los meridianos.
El piloto Petr Bold, de 64 años, reveló que el motivo de este vuelo difícil y peligroso es la ambición de alcanzar algo que no se ha logrado hasta el momento. A la vez conmemorará el 90 aniversario de la aviación checoslovaca.
“Este avión se lo merece porque escribió la Historia de la aviación checoslovaca. Recorrer este trayecto con un avión moderno no es un problema. Con un avión histórico sí que lo es”.
Aparte de las adversidades del tiempo, los pilotos Petr Bold y Richard Santus cuentan con un aterrizaje de emergencia en el mar o en un hielo flotante llevando a bordo un bote con doble fondo, una tienda de campaña especial, sacos de dormir, así como un fusil para el caso de encontrarse con los peligrosos osos polares que pesan hasta quinientos kilos.
A un control cuidadoso fue sometida la aeronave, según explica el técnico Tomáš Mejstřík.
“Duplicamos algunos de los sistemas, incluso tenemos tres unidades de algunos aparatos de navegación para tener una reserva en el caso de que algo no funcione”.
La primera etapa de la expedición terminará en el aeropuerto de la capital de las Islas Svalbard, Longyearbyen, que servirá de base para el vuelo al Polo Norte. A pesar de toda la atención que se dedica a los preparativos, el piloto Petr Bold subraya que se tratará de un intento ya que el éxito de la expedición dependerá mucho de las condiciones atmosféricas. No puede haber fuertes vientos, no puede crearse escarcha y el pronóstico meteorológico tiene que permanecer estable para las siguientes 15 horas debido a que se estima que el avión permanecerá en el aire entre 12 y 14 horas recorriendo un trayecto de unos mil kilómetros. Después de girar en torno al Polo Norte el L-200 Morava se dirigirá a la base polar rusa Barneo para hacer una escala.
Los pilotos quieren contactar con otra expedición checa que se dirigió a las tierras árticas el pasado sábado. El explorador polar Miroslav Jakeš y el cineasta Petr Horký se encuentran actualmente en las Islas Svalbard esperando un permiso para trasladarse a Barneo desde donde caminarán hacia el Polo Norte. La base polar rusa, construida en un iceberg, no está por el momento en condiciones para el aterrizaje de aviones.
Si todo va bien, el L-200 Morava, con la matrícula OK-OFI, regresará a Praga a mediados de abril.