RCh afronta la mayor ola de despidos de los últimos diez años
La crisis financiera mundial se hace sentir también en la República Checa. Algunas empresas locales ya empezaron a suspender la producción y despedir a sus empleados. La peor situación se vive en la industria automotriz.
Un total de 21 empresas anunciaron despidos durante el último mes en la República Checa. Se prevé que alrededor de nueve mil personas perderán su trabajo antes de fin de enero y otras cuarenta mil podrían seguirlas a lo largo del próximo año, afirmó Pavel Sobíšek, economista del banco Unicredit.
“El desempleo crecerá en el país el próximo año y es posible que alcance el siete por ciento a fines de 2009. El número de despedidos podría llegar a unos 50 mil”, señaló Sobíšek.
El sector automovilístico, que representa aproximadamente una quinta parte del Producto Interior Bruto del país, es el más afectado por la crisis económica.
La empresa Avia, de Letñany, interrumpirá la producción durante siete semanas a partir de diciembre. La compañía Tatra, de Kopřivnice, la reducirá a tres semanas al mes y despedirá a unos 800 trabajadores. También la mayor empresa automovilística checa, Škoda Auto, planea suspender la producción en todas sus plantas en los próximos meses.
El despido en el sector automotriz afecta tanto a operarios temporales, en su mayoría, inmigrantes procedentes de Polonia, Eslovaquia y Ucrania, como a trabajadores checos, advirtió Pavel Sobíšek.
“Se nota que las empresas locales se preparan para enfrentar la crisis a largo plazo. Si tuvieran previsto parar la producción durante un período corto no habrían despedido a sus trabajadores permanentes”, destacó Sobíšek.
Los despidos masivos en las empresas locales se deben principalmente al descenso de la demanda de sus productos, que en algunos casos alcanza hasta un 30 por ciento.
Según las estadísticas, la tasa de desempleo se redujo levemente en el mes de octubre y actualmente se sitúa alrededor del cinco por ciento en la República Checa. Los economistas prevén su brusco incremento a principios del próximo año. Los pronósticos más pesimistas cuentan con un aumento de hasta un dos por ciento.