Fenómeno Bat’a: la fusión entre ciudad e industria
Con el título de Fenómeno Bat’a, la Galería Nacional de Praga presenta una exposición dedicada a la ciudad morava de Zlín. La población se reviste de una personalidad arquitectónica única debido a su unión con el sistema productivo de la fábrica de calzado Bat’a.
Zlín constituye todo un ejemplo de transformación de ciudad tradicional a núcleo industrial. Los visitantes de la exposición Fenómeno Bat’a podrán apreciar toda una muestra de la arquitectura y el urbanismo funcionalista de Zlín a través de planos y dibujos originales.
También se hallan presentes fotografías y maquetas de los edificios más representativos, como el Monumento a Tomáš Bat’a, las oficinas administrativas, el hospital, algunas viviendas familiares o el Centro Municipal, entre otros. Se trata de una estética industrial, austera y uniformizada. Ladrillo, ventanas con marcos metálicos y una misma estructura interna.
Los edificios hablan de un nuevo modo de vida adaptado a la racionalidad de la fábrica y que van más allá de la mera curiosidad arquitectónica. La transformación producida por la familia Bat’a ha dejado en Zlín un legado más profundo, como explica la alcaldesa de la ciudad, Irena Ondrová.
“Todas estas construcciones son realmente envoltorios, pero estaban y están llenos de una intensa vida. En eso consiste el Fenómeno Bat’a: valor, capacidad inventiva, humildad, ganas de trabajar y una gran cantidad de energía. Todo esto lo consiguió transmitir Bat’a a la gente que le rodeaba. Todavía hoy se nota en los llamados ‘viejos de Bat’a’ que viven en Zlín, los graduados de las escuelas profesionales que fundó”, señaló Ondrová.
Y es que toda la nueva Zlín auspiciada por la familia Bat’a se hallaba orientada a la fábrica, sus servicios e infraestructuras eran estrictamente funcionales. Se puede decir que Zlín era la ciudad creada por Bat’a para sus trabajadores.
Este modelo arquitectónico sirvió de imagen de marca y también de referente mundial, como comenta el gobernador de la región de Zlín, Stanislav Mišák.
“Se consiguió no solo construir una ciudad moderna, una ciudad jardín, sino también una empresa capaz de expandirse por todo el mundo. Esta arquitectura, sencilla pero hermosa, fue estandarizada y unificada en todos los llamados “satélites” de Bat’a. Y hasta el día de hoy muchos conceptos de esta arquitectura siguen siendo válidos”, explicó Mišák.
Esta renombrada empresa de calzado fue fundada en 1894 en Zlín por los hermanos Tomáš, Anna y Jan Antonín Bat’a, pero no fue hasta la Primera Guerra Mundial cuando se convirtió en una poderosa multinacional. Con la ocupación nazi de 1939 y más tarde con la llegada del régimen comunista, en 1948, los Bat’a se vieron desposeídos de sus plantas de Checoslovaquia y las instalaciones de Zlín fueron nacionalizadas.
La exposición “Fenómeno Bat’a – arquitectura de Zlín 1910-1960” permanecerá en la Galería Nacional de Praga hasta el 31 de mayo.