"Vine a la República Checa por Cuba"
Sigfrido Vázquez Cienfuegos es Doctor en História de América. Durante este curso que ahora termina, daba sus clases en la Escuela Superior de Economía de Praga. Llegó a la capital checa para pasar un mes durante el verano pasado, y se quedó un año entero.
“Una cuestión muy poco checa y muy poco española, soy especialista en historia de América, de Cuba. En el Centro de Iberoamericanística de la Universidad Carolina se hacen unos seminarios bianuales sobre el Caribe, y esa es la razón de mi vínculo con la República Checa y con Praga… por Cuba. Mi especialidad ha sido Cuba a principios del siglo XIX. Me he dedicado a la historia política, economía y sociedad fundamentalmente de esa época. Realmente es a lo que me he dedicado en los últimos diez años”.
Con motivo de los seminarios de los que nos habla Sigfrido, viene regularmente a Praga desde el año 2003. El verano pasado fue invitado por el profesor Josef Opatrný del Centro de Iberoamericanística, con quien investiga sobre Cuba. Durante su estancia se enteró de una plaza de profesor que quedaba libre en la Escuela Superior de Economía, la pidió y la consiguió. Desde entonces ha estado dando clases de lengua española, historia de España y relaciones internacionales en América Latina. La oportunidad de trabajar en Praga era perfecta para poder seguir las investigaciones en el Centro de Iberoamericanística.
Puede sorprender a quien no lo sepa, pero Praga es uno de los centros más importantes de estudios sobre Iberoamérica, según Sigfrido Vázquez.
“En Praga se han hecho algunos de los mejores estudios sobre Cuba. Históricamente recordemos que durante el comunismo las relaciones eran muy estrechas. Pero sigue existiendo un interés por cuba en este país”.
Según Sigfrido, los checos se sienten muy identificados con los cubanos por compartir un pasado político parecido.
“yo creo que en cierto modo hay una parte de la política y de la sociedad checa en general, que siente que igual que ellos pudieron hacer un cambio, creen que deberían ayudar a los cubanos a que hicieran ese cambio. Como siempre pasa, en cada país las circunstancias históricas son muy distintas. Y no es solo una ayuda que podamos llamar anticastrista, yo creo que existen ambos polos. Hay gente que sigue pensando que la situación en Cuba es positiva, y hay gente que piensa lo contrario. A mi me parece muy bueno. Hay opiniones bien formadas a favor y en contra, pero bien formadas”.
La vida da muchas vueltas, y todo puede cambiar cuando menos se lo espera uno. Sigfrido Vázquez no esperaba vivir en Praga, pero de pronto se vio dando clases en el Escuela Superior de Economía. Ahora tampoco tenía intención de irse, pero lo hicieron una oferta de las que no se pueden rechazar y se vuelve próximamente a España. Sigfrido no esconde su pena por dejar la ciudad.“Vuelvo a España porque he recibido una oferta para trabajar en el CSIC, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, precisamente en mi ciudad, en la Escuela de Estudios Hispanoamericanos. Vuelvo con mucha alegría porque voy a trabajar en mi especialidad, y sin embargo lo primero que pensé fue: me voy a tener que marchar de Praga ya”.
En fin, Sigfrido, la oportunidad es buena. No hay mal que por bien no venga, ¿no?
“Estoy contentísimo, y la que está de verdad contenta es mi novia”.
En las veladas literarias que organiza el grupo Luces de Bohemia también sentirán la marcha de Sigfrido, ya que era uno de los colaboradores fijos.
¡Mucha suerte en Sevilla, Sigfrido!