Se abre al público el edificio donde se dividió Checoslovaquia
Construido como la Bolsa de Praga, fue luego sede del Parlamento, más tarde albergó los estudios de una radio y ahora es un museo. El nuevo edificio del Museo Nacional, ubicado en la parte superior de la Plaza Venceslao de Praga, se abre este sábado al público.
Hasta el 15 de octubre se organizarán visitas guiadas que presentarán la arquitectura y la historia del edificio, así como las obras artísticas que lo decoran, explica el director del Museo Nacional, Michal Lukeš.
“No queremos conservar aquí los espacios que recuerden la época comunista. Sin embargo, permanecerá la sala de la antigua Asamblea Popular que se encuentra prácticamente en el mismo estado tal como la abandonaron los diputados en los años 80, incluidas las instalaciones para la votación. Los acontecimientos históricos fundamentales tuvieron lugar en esta sala”.
La sala fue testigo de discursos de importantes figuras políticas como Mijaíl Gorbachov, François Miterrand y George Bush. Aquí fue anulada la Ley Constitucional sobre el papel máximo del Partido Comunista Checoslovaco y en este lugar se dividió Checoslovaquia.
La primera exposición en el nuevo edificio del Museo Nacional será inaugurada el 15 de septiembre y será simbólicamente checo-eslovaca, apunta Michal Lukeš. “La exposición se llamará el ‘Tesoro de oro de Košice’. Se trata de unas 3.000 monedas de oro con un peso total de 13 kilos que fueron descubiertas en Košice a finales de los años 30. El 17 de noviembre se abrirá la exposición ‘Be free’, ‘Sé libre’, dedicada al 20 aniversario de la caída del comunismo. Y la última exposición de este año presentará a campeones olímpicos checos”.
Michal Lukeš confía en que el uso como museo es la mejor opción para el edificio de la antigua Asamblea Federal.
“Nuestra ambición es cultivar el ambiente en la parte superior de la Plaza Venceslao. Queremos crear en esta zona entre dos autopistas, ocupada por drogadictos y los sin techo, un lugar donde la gente busque cultura, conocimiento, ciencia, recreo y diversión”.
En el futuro las sedes nueva y vieja del Museo Nacional serán conectadas por un túnel subterráneo de 42 metros de longitud. El nuevo edificio recibirá un nuevo nombre que será elegido en un concurso público.