La Noche de los Clubes de Praga 2009. Un raudal de música en vivo y solidaridad
La Noche de los Clubes de Praga reunió por segundo año consecutivo a una buena parte de artistas de la escena checa cualquiera que fuera su estilo. En total, 35 grupos que actuaron en casi una veintena de clubes de la capital por la misma razón: apoyar al hogar de ancianos en Praga de la organización Sue Ryder.
Los grupos Toxique y Navigators fueron quienes inauguraron el evento con un gran concierto con una buena afluencia de público, un día antes de que la música en vivo se extendiera por toda la ciudad. Una noche en la que, por la variedad de estilos, era difícil no sentirse atraído al menos por alguna de sus propuestas.
Artistas y seguidores apoyaron, a veces de manera más consciente que otras, la iniciativa de la organización Sue Ryder, como manera de propagar y financiar sus proyectos dedicados a personas mayores.
El director del hogar Sue Ryder en Praga, Matěj Lejsal, cuenta cómo surgió la idea, poco frecuente entre organizaciones de ese tipo.
“Se le ocurrió aquí a mi amigo y compañero Ondřej Kuchař. Vino a algo que habíamos organizado en Sue Ryder con motivo de la Misa del Gallo en Navidad, y nos dijo: ‘Está muy bien, pero yo os propongo hacer algo más duro. ¿No queréis hacer un concierto de rock o algo así? O mejor, todo un festival, que recaude más fondos.’ Nosotros empezamos a darle vueltas, aunque no estábamos tan seguros. Pero en esto volvió Ondřej con un proyecto impresionante, y le dijimos que sí, que claro que lo queríamos”.
El éxito que obtuvo su iniciativa en su primera edición en 2008, les decidió a repetirlo un año después. Organizar conciertos para un hogar para la tercera edad es algo más habitual de lo que pueda pensarse para ellos. Como cuenta Matěj Lejsal, en Sue Ryder las actuaciones en vivo son frecuentes.
“La edad media de nuestros clientes es de 86 años. La mayor parte de las personas que habitan en la organización necesita tantos cuidados, que sacarlos del hogar es algo muy complicado. Pero lo que hacemos, cuando es posible, es llevarles al hogar los conciertos. Hay actuaciones de grupos de jazz, de rock, de música clásica o folclórica, por ejemplo, para que nuestros clientes no se queden fuera de la sociedad. Ya que ellos no pueden salir del hogar, se alegran muchísimo y aprecian enormemente cuando son los músicos los que van a él para actuar”.
Uno de los músicos que acudió a la llamada de la Noche de los Clubes fue el guitarrista y cantante Shahab Tolouie. Tras el concierto, se mostraba satisfecho tanto con su actuación, como con el proyecto que apoyaba junto a sus músicos. Tolouie, además elogiaba el inusual formato del festival.
“El concierto ha ido muy bien. Es la segunda vez que tocamos en La Noche de los Clubes. A mí me gusta porque sirve de ayuda. Cuando estaba en Irán, también ayudaba en este tipo de eventos. Me alegro de que aquí también existan estos conciertos. Es buena idea también que la gente puede comprar una sola entrada e ir a todos los clubes. Es interesante, es muy buena idea”.
La actuación del virtuoso de la guitarra iraní se centró en su trabajo ‘Tango Perso’. La extraordinaria acústica del pequeño teatro de la calle Celetná se demostró un lugar perfecto para saborear los matices de la música de Shahab Tolouie en un ambiente de intimidad. Su fusión de flamenco y música persa, acompañada de dos músicos de gran versatilidad al bajo y la percusión, llevó al público, como en una alfombra voladora, desde los confines occidentales del Mediterráneo hasta Oriente Próximo. Tolouie, formado musicalmente entre Irán y Andalucía, encuentra la armonía entre todos los sonidos que tradicionalmente se han producido a lo largo del camino que une esas dos tierras tan lejanas entre si.
“En Andalucía normalmente dicen que la música flamenca se parece mucho a la música árabe. Yo también puedo encontrar mucho de la música de la India y de Persia. Fue el camino de los gitanos, ¿no? También hay música africana, sefardí, y claro, también española”.
A kilómetros de allí, en el Barrio Pequeño, era el trío Madera, liderado por Iván Gutiérrez, el que desarrollaba su concierto. El músico colombiano, llegado hace más de 15 años a la República Checa, se convirtió en un habitual de los escenarios praguenses como guitarrista de la añorada Zuzana Navarová en el grupo Tres. Su formación actual, Madera, nace fruto de la unión con el contrabajista Tadeáš Mesany, hace cinco años. A expensas de sacar su segundo álbum, Iván Gutiérrez reconoce haber encontrado su sonido. Atrás quedan tiempos de experimentación, pero su estilo finalmente no abandona cierto eclecticismo, aunque basado en influencias conocidas.
“Madera es música acústica. Hay batería, contrabajo, guitarra y acordeón. En el ámbito hispanoparlante se le diría música de cantautor, aunque a mí no me interesa tanto ese nombre, pero tocamos música nuestra, las letras están en español, pero la música tiene toda clase de influencias. No es folclor latino ni nada. Tiene influencias de la música con la que crecí yo, que es la de la Nueva Trova, la Nueva Canción, pero también música que escuché en Estados Unidos, como Tom Waits y música de Europa, Paolo Conte o música francesa".
En el escenario más latino de la Noche de los Clubes, actuaron el grupo de salsa Caribe, que lideran los hermanos Félix e Ivar Aguirre, y Frida & Co. La delicada pero profunda voz de Frida está ahora abriéndose camino en la escena checa acompañándose de gran cantidad de ritmos cálidos y encantadores. Para la vocalista checa, la Noche de los Clubes era una oportunidad de seguir dándose a conocer. El grupo optó por adaptar su repertorio para esa actuación, como cuenta la artista.
“Tenemos un repertorio muy lírico, algo triste. Pero para esta ocasión, solo teníamos una hora y quisimos evitar canciones lentas. Preferimos centrarnos en canciones alegres, como por ejemplo con versiones de Cesária Évora, una de las artistas que más me gustan, por la voz que tiene. Sus canciones son en portugués, pero hacemos algunas de ellas en inglés para que él público las entienda”.
La vocalista checa confiesa que comenzó a dedicarse más en serio a la música por la insistencia de aquellos que la escuchaban cantando en fiestas privadas por placer. La formación definitiva es muy reciente, pero finalmente ha encontrado el acompañamiento que estaba buscando, como cuenta la cantante.
“Frida son cuatro personas. Frida es la cantante, pero también son los otros tres músicos, un guitarrista, un bajista y un batería. Empezamos como un dúo, pero esta música pide ritmo, pedía un bajo y una batería”.
Rock, pop, fusión, música latina, además de blues, funky, jazz, música electrónica, dance, y cualquier otro sonido que se les pueda ocurrir. Todo ello tuvo cabida en la edición 2009 de la Noche de los Clubes. ¿Podemos esperar que se convierta una cita clásica en los otoños de Praga? Eso está por ver, pero según el responsable de Sue Ryder, Matěj Lejsal, no es otra que esa su intención.
“El primer día, cuando vi el Lucerna Music Bar repleto, y tanta gente que decía: 'El año que viene vendremos otra vez', y tantos artistas que quieren volver a tocar el año que viene, la pregunta no es si habrá Noche de los Clubes el año que viene. La pregunta es cómo será la Noche de los Clubes en 2010. Puedo asegurar que organizaremos una tercera edición, pero evidentemente tenemos que hacerlo de manera que saquemos el mayor beneficio posible”.
Sería de desear que así sea, para que dentro de un año la música en vivo vuelva a inundar los clubes praguenses por una razón tan noble.