El pasado comunista del eurocomisario checo

Štefan Füle, foto: ČTK

La pertenencia al Partido Comunista de Štefan Füle durante la dictadura y una fuga a lo Bonnie & Clyde de un preso de Pilsen son dos de las noticias que centran las portadas de la prensa checa del miércoles.

Štefan Füle,  foto: ČTK
Los periódicos del día destacan el pasado comunista de Štefan Füle, elegido el martes candidato para convertirse en eurocomisario checo. Fue el único contra quien no expresaron sus objeciones ni el Partido Cívico-Democrático ni la Socialdemocracia.

Füle ingresó en 1981 en la prestigiosa Universidad Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, por aquel entonces reservada a diplomáticos comunistas.

El político declara en entrevista a Hospodářské Noviny no sentirse orgulloso de su pasado en dicho partido, pero que en los últimos veinte años ha querido demostrar su profesionalidad y que tiene un lugar en la sociedad actual. Sobre la Universidad en la que estudió en Moscú, sigue considerando Füle que se trata de un centro del más alto nivel.

Según el diario, la República Checa, 20 años después aún no ha podido encontrar diplomáticos de reemplazo para aquellos que lo fueron durante el comunismo. Otras personalidades de la política actual que señala el rotativo como miembros del Partido Comunista en los 80 son el actual primer ministro, Jan Fischer y el ministro de Asuntos Exteriores, Jan Kohout.

Lidové Noviny destaca las ventajas de la próxima ocupación de Füle. Las jornadas de presión, responsabilidad y duro trabajo de hasta 15 horas y contacto permanente con sus 26 colegas tienen su recompensa con un sueldo de unos veinte mil euros mensuales.

Aparte, contará con una “ayuda” para vivienda y gastos de representación, además de diez asistentes y un conductor.

Bonnie & Clyde a la checa: Dagmar y Pavel Tauchen,  foto: ČTK
‘Bonnie & Clyde a la checa’, titula Mladá Fronta Dnes. Una mujer de 28 años armada consigue liberar a su marido de 43 y escapar de la policía. El hombre, condenado a cinco años de prisión, se encontraba escoltado en el hospital de Pilsen, donde se le realizaba un control médico, cuando llegó su mujer que incluso realizó un disparo sin causar heridos.

Huyeron en un Škoda Fabia azul, la Policía sospecha que podrían haber cruzado la frontera con Alemania. El hombre, discapacitado de un brazo, ya escapó de un presidio en 1999. Por su huida se enfrenta a cinco años más de pena. El diario apunta que este tipo de hechos se dan en muy pocas ocasiones en la República Checa.

Vladimír Šmicer,  foto: ČTK
El suegro del futbolista Vladimír Šmicer, que puso fin a su carrera de repente el pasado lunes, dice en el diario Sport, que su inesperada despedida no se debió solamente a problemas físicos como argumentó el jugador.

Al parecer, fue el entrenador Karel Jarolím el que le cambió en el descanso, hiriendo al futbolista en su amor propio. Según el familiar de Šmicer, el jugador estaba recuperado de su lesión pero Jarolím no le daba minutos ni confianza y no tenía un trato de respeto hacia él.

Esta versión es sin embargo negada por el propio protagonista en Sport y mantiene que físicamente no estaba a la altura de las circunstancias. Šmicer reconoce que no quiere echar leña al fuego y prefiere resolverlo todo con calma.