Klaus culpa a la izquierda por la crisis de las finanzas públicas
El mayor problema de la República Checa no es la crisis económica, sino el crítico estado de las finanzas públicas del país. Así lo dijo el presidente checo, Václav Klaus, quien culpó a los anteriores gobiernos de izquierda de la situación actual.
El Foro de Žofín celebrado el martes, al que asistieron políticos, economistas y otros especialistas del país, se dedicó a cuestiones de actualidad nacionales y centró su atención en el sector económico. En el encuentro intervino el presidente de la República, Václav Klaus, quien calificó como el más grave problema checo el enorme déficit de las finanzas públicas. Según Klaus, es mucho peor que la crisis económica que ya se está acabando y no requiere intervención alguna del Estado.
”Cualquier intervención del Estado de cara a las próximas elecciones parlamentarias, por más provechosa que pueda parecer, sería totalmente contraproducente. Podría frenar la economía que de a poco comienza a reanimarse. Dejemos el sector económico que se recupere solo de la crisis y no cambiemos los parámetros de su funcionamiento en esta insegura situación”, dijo Klaus.Por otro lado, en opinión de Klaus, la responsabilidad por la inestabilidad de las finanzas públicas recae en los anteriores Gobiernos de izquierda checos. La política social populista de esos gobiernos llevó al país al borde de una crisis del sector.
El primer mandatario considera posible superar las dificultades. Para lograrlo recomienda realizar una reforma de las pensiones y del sistema de financiamiento de la Salud, suspender las rebajas impositivas para las capas privilegiadas del poder económico y reducir las subvenciones para las fuentes renovables de energías. Václav Klaus duda, no obstante, de que en Chequia haya un político que tenga el coraje de imponer esos cambios impopulares.Klaus calificó de absurdos los debates sobre la fecha de la posible introducción del euro y reiteró que a la economía checa le benefició haber conservado su propia moneda en los tiempos de crisis. Chequia podría adoptar la moneda comunitaria en un futuro próximo y sin mayores problemas, pero otro asunto es si ese cambio sería beneficioso para el país, matizó el mandatario checo.