El lince boreal aparece en los Montes Gigantes después de dos siglos
La inesperada aparición del lince boreal en los Montes Gigantes; el positivo pronóstico del ministro Eduard Janota sobre la economía checa en 2010 y el nivel de orgullo nacional de los checos son algunos temas que comenta la prensa este viernes.
A cambio, el presidente Václav Klaus ha prometido firmar el Tratado de Lisboa una vez que el Tribunal Constitucional checo falle en su favor.
Mladá Fronta Dnes publica en portada una imagen del lince boreal e informa que este felino ha vuelto a aparecer en los Montes Gigantes, al Norte de Bohemia, después de 200 años.“Es algo sensacional”, afirman los ecologistas, pero a la vez se muestran bastante realistas. “Puede ser que el lince sólo haya pasado por ese territorio en busca de su nuevo hogar. Es un felino muy esquivo que necesita tranquilidad y los Montes Gigantes son muy turísticos,” sostiene el biólogo Jiří Fousek.
Los especialistas encontraron las huellas del lince en los Montes Gigantes hace varios meses. Pero la prueba definitiva de su presencia fue la aparición de ciervos muertos con heridas en el cuello que pueden ser ocasionadas sólo por el lince.
El lince boreal, que antiguamente habitaba los bosques de toda Europa y Asia, hoy se encuentra en peligro de extinción, recuerda Mladá Fronta Dnes.
El ministro de Finanzas, Eduard Janota, asegura en Hospodářské Noviny que después de la brusca caída de este año, la economía checa registrará un leve crecimiento en 2010.Según los recientes pronósticos, el déficit público de la República Checa alcanzará este año unos nueve mil millones de euros, lo que representa una caída del cinco por ciento de la economía nacional.
En cambio, para el próximo año, Janota espera un crecimiento económico de un 0,3 por ciento. Su optimismo se debe a las noticias que le llegan de los países vecinos, especialmente de Alemania, y que indican que la situación va a mejorar el próximo año, escribe Hospodářské Noviny.
El 16 por ciento de los checos se avergüenza de su nacionalidad, anuncia Lidové Noviny. Según un reciente sondeo realizado por la agencia Median, sólo el 48 por ciento de los checos siente orgullo por su nacionalidad.De la encuesta se desprende también que los checos son muy escépticos en cuanto a la ayuda que les puedan prestar otros países. El 64 por ciento de los encuestados opina que la nación checa en sus peores momentos siempre ha tenido que salvarse por sí misma y que así será también en el futuro.