La batalla de Martina Navrátilová contra el cáncer de mama
La legendaria tenista checa Martina Navrátilová tiene cáncer de mama. Lo descubrió en un chequeo de rutina y al principio no lo podía creer. Pero, como ella dice, le puede pasar a cualquiera. Por eso quiere servir de ejemplo para que todas las mujeres se hagan su mamografía anual.
Ex número uno del mundo, poseedora de 18 títulos individuales de Grand Slam, galardonada en 1994 con el premio Príncipe de Asturias del Deporte, Martina Navrátilová, a sus 53 años, es la tenista más exitosa de la historia.
Y aunque retirada hace rato, sigue activa, sigue jugando torneos de exhibición, generalmente a beneficio, y hace poco empuñó la raqueta para ayudar a Haití. Por eso, la noticia dada a conocer en el programa Good Morning America, de ABC, no dejó de impactar.
“Lo descubrí el 24 de febrero, ése fue mi 11 de septiembre personal. No lo podía creer, estaba tan segura que el examen médico saldría bien, pero salió mal y me sentí devastada… Físicamente no podía moverme, no podía pensar, estaba completamente ida”, sostuvo Martina Navrátilová.
Sin embargo, con el tesón que siempre la ha caracterizado, y con la ayuda de sus amigos y familiares, salió adelante. Ahora, esta checa nacionalizada estadounidense una vez más da la cara para que su lucha contra el cáncer de mama sirva de ejemplo a otras mujeres, como continuó diciendo en ABC.
“Soy una persona sana, deportista, toda mi vida me he mantenido con una salud intachable y de pronto, tengo cáncer. ¿Es una broma? Y lo iba a mantener privado, pero la razón por la que quiero hablar es para animar a las mujeres para que se hagan su examen anual. Yo lo dejé pasar, no lo hice en cuatro años y tengo suerte de que el cáncer haya comenzado hace poco, solo el año pasado, porque si hubiera empezado tres años atrás, estaría en graves dificultades ahora”, agregó.
Martina Navrátilová se encuentra en fase de recuperación y, según sus propias palabras, “hay muy pocas posibilidades de que el cáncer vuelva”. Le extirparon un nódulo cancerígeno del pecho izquierdo y en mayo comienza seis semanas de radioterapia. Por eso, advierte una vez más, la importancia de la mamografía es vital: para detectar la enfermedad a tiempo y para poder luchar contra ella.