El Pilsen ya está en la Champions: “Era el partido de nuestras vidas”

Foto: ČTK

El Viktoria Pilsen remontó un vibrante partido contra el Copenhague para conseguir por fin el ansiado pase a su primera Liga de Campeones. Por delante tiene al menos seis encuentros en la élite del fútbol europeo.

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El Viktoria Pilsen lo ha conseguido. Ya es el tercer equipo checo de la historia que se clasifica para la mayor competición de clubes del continente. Hacía cuatro años de la última vez que eso ocurrió, en aquella ocasión fue el Slavia de Praga el que disputó la fase de grupo de las Champions. Además el Pilsen ha tenido que sufrir hasta el final para lograrlo, por lo que el sabor de boca es especialmente bueno.

Si bien el equipo partía con la tranquilidad de la victoria a domicilio por 3-1 lograda la semana pasada en Dinamarca, el inicio de los rojiazules fue de nuevo titubeante en el partido de este miércoles. Con el estadio de acogida de Eden en Praga a rebosar de seguidores desplazados desde la ciudad de la cerveza, un gol del costarricense Christian Bolaños en el minuto 32 hizo que por momentos se temiera lo peor.

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Pero una vez más, el entrenador Pavel Vrba cambió el resultado desde el vestuario en el descanso. El coraje de los checos fue clave en lo que quedaba por venir en la segunda parte, tal y como explicó el técnico.

“Sabíamos que era el partido de nuestras vidas para muchos de nosotros. Estoy muy contento de haberlo conseguido porque, sobre todo tras el descanso, hemos demostrado una gran motivación, hemos atacado bien. Además hemos ganado todos los seis partidos disputados en la previa de la Liga de Campeones. Es fantástico”.

En una segunda parte de buen fútbol y ocasiones para ambos equipos, los porteros tuvieron mucho trabajo y en sus manos el destino de sus compañeros por varias ocasiones.

Pero por fin llegó en el minuto 67 el gol que le daba algo de tranquilidad al Pilsen con un centro que cruzó todo el área pequeña danesa para que Marek Bakoš rematara dentro de la red.

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Lejos de conformarse con el empate, El Pilsen siguió atacando para gozo de los aficionados, pero también para su intranquilidad, ya que el número de ocasiones por ambos bandos se multiplicó desde ese momento.

Al final, en el tercer minuto del descuento, otro eslovaco, Michal Ďuriš, colocaba desde la frontal del área un balón ajustado al palo contra el que nada pudieron hacer ni la defensa ni el portero del Copenhague. En ese momento el Eden estallaba de alegría. La hazaña estaba conseguida.

El Viktoria Pilsen consigue así no solo un éxito sin precedentes que será recordado en la ciudad de la cerveza, sino también más de 9 millones de euros para sus arcas, y eso sin contar con la recaudación de partidos como el de ayer y los que vienen por delante, seis enfrentamientos al menos contra tres de los mejores clubes de Europa.

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