“Lorca, Alberti y Hernández necesitan nuevas traducciones al checo”

Petr Zavadil

Petr Zavadil se ha especializado en dar a conocer la poesía del mundo hispano en la República Checa. Con sus traducciones de José Ángel Valente, Nicanor Parra y Antonio Gamoneda ha ganado importantes premios. Por eso, tiene la autoridad suficiente para decir que es necesario volver a traducir a los grandes poetas españoles antifranquistas, para poder apreciarlos a cabalidad, fuera de los matices políticos.

Petr Zavadil
Reniega de Pablo Neruda, al que considera demasiado político, pero admira a César Vallejo y a Jorge Luis Borges. Aunque su fuerte es la poesía española de la posguerra, con autores como José Ángel Valente y Antonio Gamoneda, que son los que se ha empeñado en dar a conocer al público checo.

Petr Zavadil, que mezcla su tiempo entre el periodismo y la traducción, insiste en la tarea titánica de traducir poesía, empresa quijotesca se mire por donde se mire. ¿Por qué?, le preguntamos.

“Esa sí es una pregunta difícil. Yo no empecé a leer poesía hasta los 16, 17 años, por ahí, porque me parecía una cosa extraña, para qué. Que no servía. Y de pronto me puse a leer poesía a los 17, 18, la leía, con mucho fervor. Claro que empecé a escribirla también, como todo el mundo a esta edad. Dejé de hacerlo hace mucho tiempo. Y como estudiaba francés y español en la facultad empecé a leer mucho de poesía española, latinoamericana y francesa también, y empecé a hacer un par de traducciones para mí mismo, para probar”.

Petr Zavadil no duda: dice que el primer autor que tradujo, con el que se desató su amor por la poesía escrita en español, y el que más le ha influido, es José Ángel Valente.

‘Esta Luz’ de Antonio Gamoneda
“Empecé con Valente porque estaba estudiando en Granada con una beca y ahí en una librería hojeé un libro de José Ángel Valente y fue un fogonazo. Para mí es el autor español más importante del siglo XX. Y me di cuenta de eso ahí mismo. Leí los primeros poemas y me dije: vaya, este sí es un grandísimo poeta. Y ahí empecé un poco traducir para ver cómo sonaba en checo, sin tener ningún plan de publicación porque no conocía a nadie. Le empecé a traducir poco a poco. Después un amigo mío se hizo editor, hablamos de esto y él dijo vamos a publicarle. Ahí empezó la cosa y me metí dentro de la traducción, sobre todo de poesía porque es el género que me es más próximo”.

Ya con esa traducción de Valente, una antología poética titulada ‘Peces en las raíces de la luz’, un título inventado, del que se arrepiente ahora, pero ya no puede dar marcha atrás, ya con ese primer libro ganó en 2004 un premio accesorio en el Josef Jungmann, que ahora acaba de ganar por la traducción de ‘Esta Luz’, de Antonio Gamoneda.

Pero fue otro el poemario que dio a conocer a Petr Zavadil en el mundo editorial checo: la traducción de Poemas Para Combatir la calvicie, del vate chileno Nicanor Parra.

“Empecé a traducir con Valente, pero mi primer libro publicado fue una traducción de Nicanor Parra, ‘Poemas para Combatir la Calvicie’, que es el título de una antología que hizo él mismo de su propia obra. Y lo que publicamos aquí es una antología de esta antología. Gonzalo Rojas es otro autor chileno que me encanta y me gustaría traducirle un día. Y son dos poetas completamente diferentes, no sé si tenían tratos amistosos o no, a mí me da igual, son dos poetas maravillosos y no me cabe duda de que Nicanor Parra sí es un poeta, un gran poeta y es uno de los que se merece el Premio Nobel de Literatura, desde mi punto de vista”.

A pesar de las limitaciones históricas que haya podido existir en algún momento, Zavadil cree que la poesía española está bien representada en el mercado editorial checo, aunque con reparos.

“En la época del comunismo claro que hubo muchos problemas con eso, porque España era un régimen totalitario de extrema derecha, durante el franquismo, y aquí todo lo contrario. Entonces la recepción de la poesía española pasaba por el Siglo de Oro, que está bien representado, pasaba hasta por los poetas de la Generación del 27, pero sobre todo, porque eran poetas de izquierda, se traducía a Lorca, que era comunista, a Miguel Hernández, a Blas de Otero, a Rafael Alberti, también, que son grandes poetas, pero se les traducía por ser de izquierda o por ser comunistas y se les interpretaba muy mal. Yo creo que hay que hacer nuevas traducciones de estos poetas al checo. No es que las otras sean malas, pero hay que hacer nuevas selecciones, hacer hincapié en otros poemas, en otras escrituras suyas que no sean necesariamente las políticas”.

Pero de ahí en adelante, hay un vacío inexplicable, que él quiere llenar, aunque exhorta a otros traductores que se sumen a su empresa.

“Pero a partir de ahí, la generación del 36, la del 50 y los posteriores, casi no existen en checo. Hay unas pocas excepciones, como Justo Jorge Padrón, que sí ha sido traducido, pero no ha habido ningún esfuerzo continuo. Entonces, es lo que yo estoy tratando de hacer ahora. Espero que lleguen otros traductores para ayudarme con eso, porque también existe la inmensa literatura latinoamericana, que se merece una atención muy grande”.

Sin ir más lejos, Nicanor Parra es de los pocos poetas latinoamericanos contemporáneos que han sido traducidos últimamente.

Nicanor Parra
“Nicanor Parra tiene casi cien años ya y entre él y hoy día, hay un número increíble de poetas interesantísimos en todos estos países que es la América Latina, entonces hay muchísimo trabajo ahí también. No existe por ejemplo una traducción seria de Vallejo. Existe una, pero pequeña. Aunque él también era comunista, es muy difícil, yo creo que el problema ahí es el lenguaje. ‘Trilce’ es casi imposible de traducir, pero hay que hacerlo, hay que hacerlo”.

En la actualidad, de poetas españoles, Petr Zavadil quiere traducir a Luis Cernuda, uno de sus autores preferidos, del que no existe edición alguna en checo. Y de Latinoamérica, un nombre probable es el chileno Enrique Lihn, aunque todo está por verse. Por mientras, sigue leyendo. Su pasión por la poesía no disminuye jamás.

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