La República Checa aún no sabe si ayudar a salvar el euro
El Gobierno checo sigue sin decidirse sobre si prestar o no los 3.500 millones de euros que el Fondo Monetario Internacional le pide para salvar la eurozona. El primer ministro, Petr Nečas, pidió tiempo y más informes antes de tomar una decisión de la que, sea cual sea, se temen las consecuencias.
La República Checa debería bloquear una partida de sus fondos de 3.500 millones de euros para ayudar a la eurozona. La cantidad supone la décima parte de las reservas del país.
En los últimos días se suceden las opiniones a favor y en contra de prestar el dinero. Los primeros temen las consecuencias de la caída del euro y también la reacción por parte del resto de los países miembros con respecto a la poca solidaridad checa. Los segundos consideran que es demasiado dinero que Chequia necesita para sus propios problemas.
La división de pareceres afecta de lleno la propia coalición de Gobierno tripartita. El Partido Cívico Democrático y Asuntos Públicos no son favorables a dar el préstamo, pero sí TOP 09, que cuenta con las carteras de Finanzas y Relaciones Exteriores. Por ello, el primer ministro Petr Nečas pidió más información antes de tomar una decisión.
“El Gobierno necesita más información para un mejor análisis, que vamos a pedir entre otros al Fondo Monetario Internacional. También vamos a llevar a cabo una intensa ronda de consultas con nuestros socios de la Unión Europea. Cuando el Gobierno tenga toda la información necesaria, tomará una decisión”.Con esos 3.500 millones de euros, Chequia podría pagar los intereses de su propia deuda, o construir 90 kilómetros de autopista. Para Grecia es la suma que gasta su Estado en diez días.
Analistas consideran que el préstamo de todos los países miembros, que en total alcanza los 200.000 millones de euros, tampoco será suficiente para cumplir con el objetivo de salvar la moneda única.
Otros muchos expertos, como el economista Petr Sedláček, del Consejo Económico del Gobierno, insisten sin embargo, en que se trata de un préstamo con total garantías de recuperar, ganando algo además con los intereses, y que es también un gesto importante para las relaciones exteriores checas. Sedláček además considera que la cantidad que se pide a Chequia es razonable y no comparte los reparos que ponen tantos responsables del país, incluido el presidente, Václav Klaus, o el Banco Nacional Checo.
Pero el primer ministro Petr Nečas no ve claro que el riesgo de la operación sea en realidad bajo y recordó que para los países de la eurozona es más sencillo realizar el préstamo porque pueden contar con los fondos del Banco Central Europeo.
Kateřina Koubová, experta en economía del diario Mladá Fronta Dnes, opina que los políticos no explican bien su postura a los electores. Según ella deberían decir: “No prestamos al Fondo Monetario Internacional porque no confiamos en él. Sí creemos sin embargo en que el Mundo entero quebrará, y nosotros con él”.