“Los indultos presidenciales son un anacronismo de la Edad Media”

Václav Klaus

Algunos de los indultos otorgados recientemente por el presidente de la República Checa, Václav Klaus, han provocado severas críticas. La Policía investiga incluso dos de ellos por sospechas de corrupción. El opositor Partido Socialdemócrata quiere que tales decisiones no puedan ser tomadas en solitario por el jefe del Estado.

Anna Benešová,  foto: ČT 24
Indultos como el de la directora de la Universidad Metropolitana de Praga, Anna Benešová, a quien Klaus perdonó su condena por corrupción, o el de Tomáš Malina, a quien la Policía considera uno de los cabecillas del hampa checo, han causado una avalancha de críticas al presidente.

Artículos aparecidos en los medios de comunicación hablaban por ejemplo de la estrecha amistad de la citada Benešová con Livia Klausová, la esposa del mandatario.

Bohuslav Sobotka
El principal partido de la oposición, la Socialdemocracia, criticó que el Jefe de Estado se mostrara benevolente con condenados por corrupción y crímenes financieros. El líder de la formación, Bohuslav Sobotka, anunció que pedirán cambiar la ley para que los indultos del presidente deban ser en adelante aprobados por el primer ministro o el ministro de Justicia.

La ex fiscal general del Estado y vicepresidenta del Partido Socialdemócrata, Marie Benešová, fue más allá, planteándose si no es el momento de anular ese privilegio del presidente.

“Entiendo el indulto cuando se da por razones humanitarias, en casos de grave enfermedad, con delitos de poca gravedad… Pero casos como el de Benešová y los condenados por corrupción sí me molestan. Son decisiones desafortunadas. Sería bueno debatir si el indulto no es una institución ya obsoleta. Es un anacronismo feudal”.

Václav Klaus,  foto: Archivo del Gobierno checo
El debate se extiende entre el resto de partidos, provocando reacciones a favor y en contra. El más radical, Petr Hájek, asistente de Václav Klaus, tachó la propuesta de “absurda” y subrayó que el presidente solo se atiene a motivos humanitarios cuando otorga su perdón, sin tener en cuenta el delito cometido. Agregó que en caso de necesitar una firma más, sería preferible cancelar por completo la potestad del indulto, ya que entonces no dependería del mandatario sino del último signatario.

Lo que pide el Partido Socialdemócrata es algo corriente en otros países europeos. En Eslovaquia el presidente consulta con el Ministerio de Justicia, que investiga cada uno de los casos propuestos. En Francia hacen falta las firmas del presidente, el primer ministro y el ministro de Justicia. También en Italia un miembro del Gobierno tiene que aprobar la decisión del presidente.

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