Siguiendo las huellas de Juan Hus, el checo que quiso cambiar la Iglesia
Hace exactamente 595 años, Juan Hus fue quemado en la hoguera por defender sus ideales religiosos y morales. Con Radio Praga pueden visitar algunos lugares que marcaron de manera importante la vida de este reformador checo.
En el siglo XIV, las Tierras Checas vivían uno de sus mejores periodos. Praga, floreciendo bajo el reinado del emperador romano germánico Carlos IV, era un importante centro cultural y político de Europa.
Por su parte, la Iglesia Católica atravesaba una profunda crisis que se agudizó con el cisma papal de 1378. Cuando además el sucesor de Carlos IV, Segismundo, dispuso en 1403 que los cristianos europeos no obedecieran bula papal alguna, se creó un ambiente idóneo para el surgimiento de varios movimientos reformistas.
En Bohemia, las reformas eclesiásticas fueron impulsadas por Juan Hus quien, siguiendo el ejemplo de John Wycliff, planteaba una visión de la Iglesia pobre y a plena disposición de los creyentes.
Para seguir desde el comienzo las peripecias de ese reformista checo, tenemos que dirigirnos primero a una pequeña ciudad escondida en los bosques de la sierra de Šumava, en el sur del país.
De Husinec a Praga
Situado a orillas del río Blanice, en el distrito de Prachatice, Husinec, con poco más de 1.000 habitantes, parece un típico pueblo checo. Pero no se dejen confundir por su aspecto un tanto adormilado. Se trata de una de las poblaciones más importantes de la historia del país.
Es donde nació el reformista religioso checo Juan Hus. La fecha exacta de su nacimiento se desconoce, según afirma Jana Klesnerová que trabaja de guía en la casa natal de Hus, en Husinec.
“De la infancia de Juan Hus sabemos bien poco. Se supone que nació en Husinec alrededor del año 1370. Él mismo nunca mencionó su edad. Sólo una vez, cuando le acusaron de ser el Diablo, dijo en broma que no lo podía ser ya que apenas tenía 30 años, mientras que el Demonio era eterno”, indica Klesnerová.
Tampoco se conocen muchos detalles sobre la familia de Juan Hus. “Sólo sabemos que apreciaba mucho a su madre y que fue ella quien le llevó a la fe. Probablemente iba a la escuela que existía entonces en la ciudad vecina de Prachatice. Y también se sabe que creció en condiciones de pobreza”, continúa Jana Klesnerová.
En cambio, de Husinec sí que existen datos históricos. Las primeras alusiones a este lugar datan del año 1359. Su surgimiento está relacionado con la fundación del cercano castillo de Hus por los señores de Janovice, al que Husinec pertenecía administrativamente.El castillo dio su nombre a la aldea y más tarde también a Juan Hus, sostiene Jana Klesnerová.
“En el siglo XIII fue construido cerca de aquí un castillo denominado Hus. Éste probablemente dio el nombre a Husinec, así como a Juan Hus. En la época cuando nació no existían apellidos. Hus al principio solía firmar como Juan de Hus o Juan de Husinec. Más tarde comenzó a utilizar simplemente Juan Hus”, explica la guía.
La casa en que nació Juan Hus está situada en la calle Husova, número 35. La pueden reconocer por una placa conmemorativa, instalada sobre su fachada con motivo del 500 aniversario del nacimiento de Hus, en 1869.En la Crónica de la ciudad aparece como el primer dueño de la casa un tal Segismundo Nána, que supuestamente la adquirió en el año 1634. En aquellos tiempos ya se consideraba el edificio como la casa natal de Hus, según advierte Klesnerová.
“Por primera vez se habla de la casa natal de Juan Hus en un documento del año 1616. Posteriormente aparecieron varias alusiones sobre ella. En su mayoría, eran quejas de los curas locales de que se reunía gente allí para recordar el legado de Hus y practicar la creencia calvinista, y que estas personas se ausentaban de las misas católicas”.
En los años posteriores, el edificio cambió de propietarios varias veces y fue destruido repetidamente por los incendios. Después de la Segunda Guerra Mundial pasó a estar bajo la administración del Estado.A partir de 1965, sirve como Museo de Juan Hus. Jana Klesnerová describe qué se puede ver actualmente allá.
“En el Museo de Juan Hus están reunidos diferentes objetos relacionados con su vida. De su infancia hay bastante poco. Principalmente se exponen copias de sus textos y fotografías de lugares que solía visitar. El objeto más valioso de la colección es un busto de Juan Hus, hecho por el famoso escultor checo Ladislav Šaloun. Además, en la fachada de la casa hay un relieve de otro artista importante, Bohuslav Schnirch”.
También pueden visitar el llamado ‘aposento de Juan Hus’, donde el clérigo supuestamente nació y pasó su infancia. En realidad, son tres habitaciones. Una pequeña y oscura que sirvió de cocina; otra un poco más grande en la que se comía; y la más amplia de todas, el dormitorio.Esta última es la única amueblada. Pero, según Jana Klesnerová, los muebles no tienen relación con los que existían en los tiempos de Hus. “El cuarto recuerda una habitación estudiantil. Hay maquetas de una mesa y una silla antiguas. Originalmente habría aquí una caja de madera para guardar la ropa y colchones que por la noche se ponían en el suelo y servían de cama”, explica la guía.
El día 6 de julio se conmemora la muerte en la hoguera de Juan Hus. En Husinec se oficia una misa en su recuerdo y el Ayuntamiento prepara cada año un amplio programa cultural.Entonces es cuando el pueblo natal de Juan Hus despierta de su letargo cotidiano y sus calles se llenan de gente, sostiene Jana Klesnerová.
“Cada año por esas fechas Husinec se llena de gente. Hay pocas familias que no tienen visita. Después del almuerzo, la gente viene aquí a la casa natal de Hus, que es casi una obligación. Además, el 5 de julio se celebra aquí la feria de San Cirilo y San Metodio, que también atrae a muchas personas”.
Pero ya es tiempo de abandonar Husinec. Siguiendo los pasos de Juan Hus, nos dirigimos hacia la capital checa.
De Praga a Kozí Hrádek
Juan Hus llegó a Praga en el año 1391, cuando el país era gobernado por Venceslao IV, hijo del famoso rey checo y emperador romano Carlos IV. La capital checa se encontraba entonces en pleno florecimiento cultural y económico.
A sus 20 años, Hus lo tenía bastante claro acerca de su futura carrera profesional, afirma la historiadora Eva Doležalová del Centro para los Estudios Medievales.“Según fuentes históricas, Hus reconoció desde el principio que quería ser sacerdote no por motivos intelectuales, sino por los materiales, ya que los curas en aquel entonces ganaban bastante dinero y solían llevar una vida cómoda”, sostiene la historiadora.
Para alcanzar su meta, Hus comenzó a estudiar en la Facultad de Artes Libres de la Universidad Carolina. Todo parece indicar que era un buen estudiante, puesto que ya en 1393 consiguió el título de bachiller en teología y tres años más tarde se licenció en artes libres. Alrededor de 1400 fue ordenado sacerdote.
Después de los estudios, Hus no abandonó la Universidad, sino que continuó allí dando clases y entre los años 1409 y 1410 incluso desempeñó el cargo del rector del instituto.
Pero las actividades de Juan Hus en Praga no se limitaban al campo académico. Hus era, en primer lugar, un excelente predicador, recuerda Eva Doležalová.“Era un personaje carismático que se sabía ganar las simpatías del público. Pronto se convirtió en unos de los predicadores más atractivos, especialmente, porque no le daba miedo criticar duramente la situación en la Iglesia”, recalca Doležalová.
Hus comenzó su carrera de sacerdote en la Iglesia de San Miguel en la Ciudad Vieja de Praga. Es curioso porque precisamente esta iglesia se convirtió más tarde en el centro de la reforma checa.
Es donde en 1414 se dio por primera vez la comunión bajo las dos especies, del pan y del vino, y donde predicaban los profesores de la Universidad Carolina, entre ellos, Petr de Mladoñovice, conocido más tarde como autor del Informe sobre la Ejecución de Juan Hus.
En 1402, Hus recibió la oferta de predicar en la Capilla de Belén la cual recibió agradecido. Durante 11 años apelaba desde allí a favor de la reforma religiosa y criticaba la acumulación de bienes materiales por parte del clero, así como su influencia en la política.Sus discursos gozaban de mucha popularidad entre la gente sencilla y la aristocracia. Entre los que acudían con regularidad a la Capilla de Belén estaba también la reina Sofía, esposa de Venceslao IV.
Sin embargo, Hus no entró en la historia como profesor universitario ni sacerdote, sino como propulsor de reformas religiosas. Influido por los trabajos de John Wycliff, que llegaron a Praga a fines del siglo XV, proponía una profunda depuración de la Iglesia Católica, continúa Eva Doležalová.
“Hus no criticaba la Iglesia desde el punto de vista teológico, sino social. Reprochaba a los representantes eclesiásticos su manera de comportarse y su baja moral. Se oponía a la supuesta omnipotencia de los sacerdotes que consistía en el derecho de otorgar la absolución de los pecados. Argumentaba que tal derecho sólo lo tenía Cristo”.
El año 1408 supuso un gran cambio en la hasta entonces tranquila vida de Juan Hus. En vista de la crisis por la que atravesaba la Iglesia Católica, el Papa editó una bula que prohibía las ideas de John Wycliff.No obstante, Hus no respetó la orden y siguió difundiendo las tesis del reformador británico, aún después de que el Sumo Pontífice publicara en 1409 otra bula que prohibiera predicar en capillas privadas, como era la Capilla de Belén.
La crisis en torno a Hus culminó en otoño de 1412, cuando el Papa lanzó un interdicto sobre Praga que prohibía la celebración de oficios durante la presencia de Hus en la ciudad.
A raíz de ello, Hus se trasladó al campo, concretamente a Kozí Hrádek, en Bohemia del Sur, y nosotros lo seguiremos hasta allí.
De Kozí Hrádek a la hoguera
Las primeras alusiones históricas sobre Kozí Hrádek datan del año 1377. En ellas se menciona a un tal Vlček de Kozí y, más tarde, a Albrecht, burgrave de Kozí, como propietarios del castillo.
Pero los cinco minutos de fama del castillo llegaron más tarde, en 1413. En realidad no fueron cinco minutos, sino un par de meses, según cuenta Vladimír Doležal, jefe del Centro de Cultura y Deporte de Sezimovo Ústí, que administra las ruinas del castillo.
“La historia de Kozí Hrádek está vinculada con el personaje de Juan Hus, que residió allí entre los años 1413 y 1414. Allí terminó una de sus obras maestras, ‘De Ecclesia’, y predicó, entre otros lugares, en donde hoy día se encuentra la tumba del ex presidente checoslovaco Edvard Beneš”, afirma Doležal.
A partir de 1542 el castillo estuvo abandonado. Sus restos fueron descubiertos entre los años 1899 y 1929 por el arqueólogo Josef Švehla. Debido a su gran importancia histórica fue proclamado monumento nacional.
A pesar de que ya no queda casi nada de él, está entre los destinos turísticos más importantes de la región, continúa Vladimír Doležal.
“Es una colina rocosa con restos de murallas del castillo. No se han conservado habitación alguna. Pero es un monumento atractivo desde el punto de vista turístico. Últimamente lo visitan unas 9.000 personas al año. La mayor concurrencia de visitantes se registra el día 6 de julio cuando se oficia allí una misa en conmemoración de Juan Hus”.
Mientras Hus permanecía en Kozí Hrádek, la Facultad Teológica de Praga lo calificó como hereje. Los profesores que antes habían sido sus amigos le acusaron de oponerse a las autoridades eclesiásticas y apoyaron la decisión del emperador greco-romano Segismundo de someterlo a juicio en el Concilio de Constanza.
Hus obedeció la orden y en octubre de 1414 se presentó en esa ciudad, situada en la actual Alemania. Antes se había dirigido al castillo Krakovec donde permaneció refugiado durante varios días bajo la protección de Enrique de Lažany.En Constanza se terminan los viajes de Juan Hus. A su llegada a la ciudad fue detenido, acusado de herejía y encarcelado. Seis meses después, el Concilio de Constanza lo condenó a muerte en la hoguera. La sentencia fue llevada a efecto el 6 de julio de 1415.
Repetición del 6/7/2010