El Gobierno anunciará el fin de la ‘ley seca’
El día 13 de la ‘ley seca’ marcará también el principio del fin de la prohibición de vender alcohol fuerte en Chequia. El Gobierno anunciará exactamente en qué condiciones volverán a ser puestas a la venta las botellas de nueva producción, así como las que demuestren ser seguras de aquellas que fueron retiradas al ser declarada la prohibición. El ministro de Salud, Leoš Heger, explicó el plan que con este objetivo presentó al Gobierno.
Los nuevos precintos que en las botellas que se produzcan a partir de ahora garantizarán el origen legal del alcohol, están disponibles desde las 8:00 de la mañana de este miércoles. La Dirección de Aduanas ha recibido solicitudes para 28 millones de unidades. Queda tan solo que el Gobierno detalle su plan para que las líneas de las destilerías de aguardientes, licores y destilados se pongan a producir a pleno rendimiento.
Otra cuestión son las botellas con precinto antiguo que esperan en los almacenes de los negocios del país desde el día que se declaró la ‘ley seca’. El ministro de Salud, Leoš Heger, explicó lo que deberán hacer con esas reservas.“Tendrán que pedir a los productores un certificado del origen del alcohol en un plazo de 60 días, seguramente. Los productores tendrán que demostrar que el alcohol fue adquirido legalmente, no en el mercado negro. En el caso de que no consigan dicho certificado, serán los vendedores los que tendrán que acabar con esas botellas”.
En esa situación hay 22 millones de litros de alcohol, entre los que se calcula que hay unas 30.000 botellas con alcohol metílico.Por otra parte, las botellas que ya estaban abiertas en ese momento, también deberán ser eliminadas. El Estado devolverá a estos vendedores los impuestos al consumo y el IVA correspondiente de cada una de estas botellas, pero en ningún momento se cuenta con indemnizaciones, como la industria se planteaba exigir. El Gobierno también informará de su plan a la Unión Europea para que las licoreras puedan retomar las exportaciones cuanto antes.
Entre tanto, el martes falleció en Ostrava la víctima número 26 del alcohol metílico. A pesar de la prohibición, cada día llegan nuevos intoxicados a los hospitales del país, especialmente en la región de Moravia-Silesia, la más afectada por el metanol.