El alcohol volverá al mercado en dos semanas

Foto: ČTK

Las novedades con respecto a la ‘ley seca’ centran la atención de los diarios de este jueves. El Gobierno quiere acabar con la prohibición cuanto antes, para lo que introducirá un nuevo precinto oficial en las botellas. La Unión Europea no está conforme con la gestión de la República Checa de la crisis sanitaria.

Foto: ČTK
Los licores y destilados podrán volver a venderse, pero con una serie de nuevos certificados y un etiquetado que garantice que son aptos para el consumo, anunció este miércoles el primer ministro Petr Nečas.

Las pérdidas millonarias de la industria de los destilados y las del propio Estado por los impuestos que no está cobrando, han convertido la vuelta al mercado del alcohol fuerte en una prioridad del Gobierno.

Foto: ČTK
El Gobierno prepara urgentemente nuevos precintos para bebidas alcohólicas que sustituirán a los actuales. Conseguirlos será más complicado.

Las botellas tendrán una especie de ‘partida de nacimiento’, dice el diario Právo, que indicará claramente el camino que ha seguido hasta llegar al cliente, así como una garantía del productor de que la bebida es apta para su consumo. Con los nuevos precintos, que deberían estar disponibles a finales de la próxima semana, acabará probablemente la ‘ley seca’ en Chequia.

Foto: Archivo de Radio Praga
Los 20 millones de botellas que estaban en circulación cuando fue proclamada la prohibición podrán volver a ser vendidos con sus antiguos precintos, probablemente a partir del próximo miércoles, dice el diario, pero solo en el caso de que logren garantizar su origen seguro.

Los ministros de Agricultura, Interior y Salud analizarán su funcionamiento y el de la Policía en relación al mercado negro de alcohol para que la semana que viene presenten las medidas que tomarán en adelante.

Erik Hovda,  foto: ČTK
Erik Hovda, el médico noruego que trajo a la República Checa el medicamento más efectivo contra el metanol, considera en Lidové Noviny que es bueno que vuelva el alcohol a las tiendas, teniendo en cuenta experiencias ya vividas en otros lugares.

Gracias a la campaña de información y la prohibición, aparte del empeño con el que se trabajó en los hospitales, se consiguió salvar muchas vidas, dice. Pero una ‘ley seca’ larga es contraproducente, según Hovda, ya que aumenta la actividad del comercio ilegal.

Sin embargo, la Unión Europea no está tan satisfecha con cómo ha tratado la crisis la República Checa. En el país está prohibido vender alcohol de más de 20 grados desde el viernes pasado. Sin embargo, las exportaciones continúan.

Petr Nečas,  foto: ČTK
Al parecer, si no es Praga la que corta con las exportaciones, será Bruselas quien lo haga. Las vecinas Eslovaquia y Polonia así lo piden. Además, las nuevas medidas anunciadas no serían suficientes para la Unión Europea, advierten algunos medios.

El presidente de la República Checa, Václav Klaus, se sumó a las críticas al Gobierno seis días después de establecerse la ‘ley seca’, calificando la prohibición de exagerada e incomprensible.

El primer ministro Nečas se sorprende de la tardanza del mandatario en expresarse y considera que su decisión fue correcta, ya que no habría aceptado que una sola persona muriese o enfermase por no hacerlo, escribe Lidové Noviny.

Foto ilustrativa,  Archivo de la Policía
Un detective en el mismo diario asegura que hace dos años comprobó como muchas pequeñas empresas sacaban adelante dos producciones de bebidas, una de ella ilegal con alcohol etílico desnaturalizado por el que no tenían que pagar impuestos. Esta producción ilegal se llevaba a cabo especialmente por las noches.

Según esta misma fuente, si se hacen cálculos, es imposible que el precio final de licores o aguardientes esté por debajo de los 3 euros, como en muchas tiendas checas sucede. Eso solo es posible con semejantes prácticas fraudulentas.

Foto ilustrativa: archivo de Radio Praga
En Estonia se vivió una crisis similar en 2001 provocada por el metanol, escribe Hospodářské Noviny. En uno de los casos de intoxicación por alcohol adulterado más graves de la historia de Europa, un vodka falso mató en un mes a 60 personas. La tragedia tuvo sin embargo un efecto positivo, y es que acabó con la industria ilegal.

Pero lo definitivo para el mercado negro no fueron nuevas leyes ni golpes policiales, comenta en el diario un empresario estonio recordando aquellos días, sino que la mentalidad de la gente cambió y dejó automáticamente de comprar alcohol de mala calidad.