El ajo regresa paulatinamente al campo checo

Foto: Barbora Kmentová

La producción de ajo en Chequia se restablece paulatinamente, mientras que hace un año todavía parecía que su cultivo iba a desaparecer por completo. A pesar de la alta calidad de las variedades checas de este vegetal, fue desplazado por el ajo más barato importado de otros países, especialmente de China. Ahora la demanda de ajo nacional supera la oferta.

Foto: Barbora Kmentová
Los checos vuelven a comprar ajo de producción nacional, aunque su precio sea más alto que el importado. Los consumidores simplemente reconocen y aprecian más las altas cualidades de las variedades de ajo checas, que se deben a una mayor presencia de sales minerales, azufre y encimas, afirma Jiřina Křížová, que cultiva ajo en un par de hectáreas, cerca de la ciudad morava de Brno.

”El ajo checo se distingue de otros por el tamaño más grande de su raíz bulbosa, o sea, su cabeza, y su duro tallo. Tiene además sólo unos 4 o 5 bulbillos o como decimos, dientes, mientras que los importados tienen hasta 20. El ajo checo es mucho más aromático y su sabor más fuerte. Al cocinar basta con añadir un diente de ajo checo para lograr el sabor deseado, mientras que al usar el ajo importado habría que agregar unos cinco por lo menos”.

El consumo anual de ajo en la República Checa es de entre 7.000 y 8.000 toneladas. La mayor demanda actual de ajo de producción nacional ha tenido como resultado que los cultivos de este vegetal vuelvan al campo checo, mientras que después del año 2000 iban desapareciendo rápidamente, indica Jaromír Musil, director de la Cámara Agraria de Moravia del Sur.

Foto: Jana Šustová
”En el país aumenta la cantidad de terrenos agrícolas con cultivos de ajo, lo que registramos realmente a partir de este año. Pero la extensión de esos cultivos no llega a la de antes del año 2000 cuando el ajo se cultivaba aquí en unas 1.400 hectáreas. En el año 2010 los cultivos se redujeron a 70 hectáreas y en 2013 subieron a 181 hectáreas. Sin embargo, este nuevo aumento representa sólo el 13% de las áreas de cultivos de ajo en el año 2000”.

Este año se espera una buena cosecha de ajo. Los especialistas confían en que los terrenos con ajo seguirán ampliándose en la República Checa y alcanzarán la extensión que tenían hace más de diez años, ya que la demanda de ajo nacional supera la oferta. Y ello a pesar de que cultivar este vegetal es bastante exigente, por lo que también su precio suele ser de casi 8 euros por kilo, una suma relativamente alta dentro del marco global de precios en el país.

No obstante, los pequeños y grandes agricultores deberán buscar una forma eficaz de cómo proteger sus cultivos ante los ladrones. Según indican fuentes policiales, el número de casos de robo de ajo directamente en los campos, aumentó bruscamente en los últimos años. Este año, por ejemplo, en los cultivos de Moravia del Sur desapareció ajo por un valor de varios centenares de euros.