Se legalizan las madres de alquiler en Chequia

Foto ilustrativa: Martin Němec

Un cambio legislativo abrirá las puertas a partir de enero para que las parejas con problemas de fertilidad puedan usar los servicios de una madre de alquiler, aunque deberá ser un miembro de la familia. El nuevo código civil también contempla la adopción de adultos.

Foto ilustrativa: Martin Němec
Imaginemos una pareja ficticia: Pavel y Jana. Tienen problemas de fertilidad y los intentos de fecundación artificial han fracasado. Se les ocurre utilizar una madre de alquiler, y para ello pagan a una amiga 4.000 euros, para que se quede embarazada y les dé en adopción el niño después del parto. Pero la amiga al final decide quedárselo. Pavel y Jana se encuentran absolutamente desprotegidos, ya que han incurrido en una práctica ilegal y no hay ningún contrato.

Por eso muchas parejas recurren a madres de alquiler de Ucrania, donde esta práctica es legal. La situación puede normalizarse sin embargo a partir de enero, cuando entre en vigor el nuevo código civil checo, que reconoce la posibilidad de acordar la cesión del bebé después del parto.



Karel Eliáš,  foto: Archivo del Gobierno checo
No se trata sin embargo de una liberalización absoluta. La madre de alquiler debe ser un familiar cercano a los padres, por ejemplo la madre o una hermana. El cambio legislativo ha de verse más bien como un paso hacia la regulación de esta práctica, como comenta uno de los abogados responsables del nuevo código civil, Karel Eliáš.

“En el fondo lo que se ha hecho es poner el problema sobre la mesa, porque desde el punto de vista de la medicina aún se debe regular el tema con más leyes sanitarias”.

Marie Vodičková,  foto: Matěj Pálka,  ČRo
No obstante en cuanto a la regulación de la adopción en general, el código civil supone según varias organizaciones civiles, un paso hacia atrás. Es la opinión por ejemplo de la directora de la asociación Fondo de Niños Amenazados, Marie Vodičková.

“Se permite echarse atrás con la cesión del niño hasta tres meses después del parto, incluso aunque el bebé ya esté al cuidado de su pareja de adopción. Además los cuidados anteriores a la adopción no durarán tres meses como hasta ahora, sino un mínimo de seis meses, y no se ha impuesto ningún máximo. Supongo que los jueces estarán sobrecargados de trabajo, con lo que este periodo antes de la adopción va a prolongarse”.

Aunque la nueva normativa pone mayores trabas a la adopción, introduce también una novedad en este campo: la adopción de un adulto, lo que soluciona los casos en los que, por ejemplo, se desea adoptar a un grupo de hermanos entero, pero uno de ellos ya es mayor de edad.

Autor: Carlos Ferrer
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