Velas y conciertos en apoyo a la oposición ucraniana
Varios centenares de ucranianos residentes en Praga celebraron este fin de semana diversos actos en apoyo al fin de la violencia en su país y a las reivindicaciones de la oposición. La capital checa vivió desde una misa a conciertos.
El primero fue una misa celebrada en la catedral de San Vito, en el Castillo de Praga, a la que siguió una manifestación de unas 550 personas, según la Televisión Checa, en la simbólica plaza de Venceslao, en el centro de la ciudad. La concentración fue una especie de continuación de la misa matinal. En el lugar se alzó una cruz con velas y un sacerdote ortodoxo pronunció unas palabras por los muertos en Ucrania. No faltó, por supuesto, el himno ucraniano.
“Esta revolución no es solo contra Yanukóvich, sino contra todo el sistema. Mi padre es médico, y es un buen patriota, y sé que ahora está ahí, atendiendo a los heridos”.
De forma conciliatoria se expresa otra de las asistentes a la manifestación, Anna Rosushanova.
“Todos queremos una sola cosa: paz y libertad. Creo que nadie quiere morir, o perder a sus familiares”.
Por la noche, en la plaza de la República, una serie de conciertos con el título de ‘Praga por Kiev’, puso música al apoyo checo a los manifestantes ucranianos. Entre otros tocaron grupos locales como Mono Love, Sunflower Caravan o Prago Union. En la organización del festival participaron varias Organizaciones No Gubernamentales, como por ejemplo Hombre en Emergenia, y también el Ayuntamiento de Praga.
La sociedad checa, en gran parte rusófoba por motivos históricos, se siente más bien identificada con la oposición prooccidental que ha tomado las calles de Kiev. Actualmente funcionan en el país tres recolectas de fondos para asistir a las víctimas de la violencia en Ucrania: una organizada por una asociación de ucranianos, que ya ha recaudado más de 18.000 euros, otra por Cáritas y la tercera por la mencionada organización Hombre en Emergencia, que ha mandado al lugar un equipo de médicos y personal sanitario.
Al mismo tiempo el primer ministro, Bohuslav Sobotka, ha anunciado que el país podría acoger algunos centenares de refugiados políticos si es necesario.
