Uno de cada cuatro futbolistas profesionales sufre depresiones

Foto: ČTK

Es normal que tras perder un partido, los futbolistas se sientan temporalmente deprimidos. Pero los recientes sondeos muestran que uno de cada cuatro jugadores sufre de depresión permanente. Entre los ex futbolistas la cifra roza incluso el 40%.

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El temor a la vida posterior a la carrera profesional y el miedo a las lesiones. Esos son los motivos más frecuentes de las depresiones que afectan a los futbolistas.

Según el sondeo realizado por la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales FIFPro, un 25% de los jugadores activos, y hasta el 40% de los retirados, sufre depresiones.

El psicólogo deportivo Jiří Šlédr indica que, tras el fin de su trayectoria profesional, muchos futbolistas pierden la motivación para vivir.

“Se puede decir que si me dedico a una sola actividad y nada más, es importante si la hago porque me divierte, me interesa el parámetro del rendimiento deportivo y, sobre todo, si tengo una visión para mi vida posterior a la trayectoria profesional. Ello está relacionado con el estilo de vida en general”, dijo.

El experto agrega que muchos futbolistas viven además en un estrés permanente.

 Jiří Šlédr,  foto: ČT
“Siempre es necesario que el deportista vea la vida en su totalidad y no se concentre sólo en el deporte. Lo importante es que su carga deportiva respecto a sus suposiciones sea un poco menor para que no surja una carga crónica, o sea estrés crónico en otras palabras. Eso es fundamental para que se puedan reestructurar las cualidades psíquicas de cada persona”.

Sobre las depresiones de futbolistas no se habla mucho, a no ser que la alteración psíquica desemboque en una tragedia. En el ámbito checo uno de los casos más llamativos fue el de Evžen Hadamczik, ex futbolista que como entrenador se clasificó con la selección nacional para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, donde sin embargo el cuadro checoslovaco al final no pudo jugar por razones políticas, ya que el bloque soviético boicoteó la Olimpiada. El entrenador se ahorcó unas semanas después.

La hinchada muchas veces no se da cuenta de la cara opuesta del fútbol, explica Vladimír Šmicer, directivo de la selección checa y ex futbolista que ganó las medallas de plata y de bronce en las Eurocopas de Inglaterra y Grecia y que con el Liverpool triunfó en la Liga de Campeones.

Vladimír Šmicer,  foto: Filip Jandourek
“El fútbol es un trabajo como cualquier otro. A veces las cosas te salen bien, a veces no. No hay diferencias entre las profesiones. Yo jugué al fútbol y cuando jugaba bien me sentía feliz, pero hubo momentos cuando jugué mal, estuve lesionado y bajo presión. No puedes sentirte bien, si la hinchada te insulta, así te encuentras abajo y todo te fastidia. Da igual si cobras un millón o una sola corona. Eso no tiene nada que ver con lo que tienes en la cabeza o con tu estado de ánimo”, señaló.

En Alemania incluso crearon una línea telefónica de ayuda para los futbolistas que sufren depresiones. Este servicio surgió después del suicidio del guardameta Robert Enke, subcampeón europeo de 2008, que se quitó la vida tras la muerte de su hija de dos años, que sucumbió a una deficiencia cardíaca innata.