Milada Horáková sigue siendo un ejemplo de coraje político y valentía para los checos
En el cementerio de los próceres de Vyšehrad y en otros lugares de Praga se rindió homenaje este jueves a la política socialista checa, Milada Horáková. En junio de 1950 Horáková fue ejecutada por el régimen comunista, tras haber sido acusada de traición a la Patria y condenada a muerte como enemigo del Estado Checoslovaco.
Con motivo del Día de las Víctimas del Régimen Comunista que en la República Checa se conmemora el 27 de junio, se rinde homenaje en el país a todos los hombres y mujeres que sufrieron la injusticia de los comunistas, especialmente en los años 50. A Milada Horáková, el paradero de cuyos restos mortales sigue sin conocerse, se le rinde homenaje en el cementerio de los próceres en Vyšehrad, así como en el cementerio de Ďáblice, donde se encuentra una tumba colectiva de los opositores que fueron ejecutados o torturados hasta la muerte por el régimen comunista.
Horáková había trabajado en los años 30 en el Consejo Nacional de Mujeres y durante la Segunda Guerra Mundial participó activamente en la resistencia contra los nazis. En 1940 fue detenida por la Gestapo y pasó varios años en cárcel.Después de la guerra, Horáková continuó activa en la política como diputada del Consejo Nacional por el Partido Socialista. Al llegar al poder en 1948 en Checoslovaquia el Partido Comunista, Horáková fue una de sus grandes opositoras. Criticaba los tribunales y otras instituciones del nuevo régimen que pasaban por alto las leyes democráticas. Por estas posturas Horáková fue tildada de enemiga del Estado y condenada a muerte en el primer proceso político organizado en Checoslovaquia por el régimen. Junto a ella fueron condenadas a la pena capital en ese proceso otras tres personas.
En su discurso ante los tribunales, Horáková admitió que era culpable por no estar de acuerdo con las prácticas del Partido Comunista, pero añadió que deseaba justificar sus actos con su convicción política, a la que no podía ni quería renunciar.
Numerosas personalidades del mundo entero, entre ellas el genio científico Albert Einstein salieron en defensa de Horáková y pidieron para ella el indulto. No obstante, todo fue en vano. Milada Horáková fue ejecutada el 27 de junio de 1950.