Hace 70 aňos fue ejecutada Milada Horáková
La política y abogada checa Milada Horáková fue condenada a muerte y ejecutada por el régimen comunista hace 70 aňos.
Cuando los comunistas tomaron el poder en Checoslovaquia, en febrero de 1948, prometían la construcción de un paraíso y en él los opositores no tenían lugar. Conmemoramos este viernes la muerte de Milada Horáková, símbolo de la resistencia anticomunista y víctima de los procesos políticos que siguieron tras la llegada de los comunistas al poder.
Desde muy joven, Milada Horáková se había interesado en la vida pública y en la política, según confirma el historiador del Instituto de la Historia Moderna de la Academia de Ciencias, Oldřich Tůma.
“Su naturaleza y su carácter se ven revelados por el hecho de que a los diecisiete o dieciocho años apenas participaba en eventos públicos cuyo fin era promover la creación de un estado checoslovaco independiente”.
Horáková, que se inspiraba para su trabajo en los dos primeros presidentes checoslovacos, Tomáš Garrigue Masaryk y Edvard Beneš, trabajó en los años 30 en el Consejo Nacional de Mujeres y durante la Segunda Guerra Mundial participó activamente en la resistencia contra los nazis. En 1940 fue detenida por la Gestapo, pero logró proteger a sus colaboradores. Logró esconder en la maleta de su hija una caja de bombones, recordó en una entrevista para la Radio Checa hace algunos aňos, la hija de Horáková, Jana Kánská.
“Me comentó que le dijera a mi abuela que los bombones estaban estropeados. Se lo dije y lo primero que hizo mi abuela fue quemarlos”.
La caja contenía los nombres de todas las personas que habían participado con ella en la resistencia. Los nazis encarcelaron a Horáková en la prisión de Pankrác y, tras el atentado perpetrado contra Reinhard Heydrich en 1942, la internaron en el campo de concentración de Terezín.
Después de la guerra, Horáková continuó activa en la política como diputada del Consejo Nacional por el Partido Socialista. Tras el golpe comunista en 1948, Horáková se convirtió una de sus grandes opositoras. Criticaba los tribunales y otras instituciones del nuevo régimen que pasaban por alto las leyes democráticas.
Arresto y juicio
Milada Horáková fue detenida en su oficina el 27 de septiembre de 1949.
Su esposo, Bohuslav Horák, al que los agentes de la Seguridad del Estado buscaron en casa, logró escapar y cruzar posteriormente las fronteras del país. Tuvo que dejar atrás a su hija Jana, con la que logró reunirse 16 aňos después.
El proceso contra ‘Milada Horáková y sus cómplices‘, según lo tildara el régimen comunista, no fue el primer proceso político que se celebró en la Checoslovaquia comunista. A lo largo de todo el año 1949 se organizaron juicios con representantes de diferentes partidos políticos e iglesias, así como con otras personalidades que no estaban dispuestas a conformarse con el régimen.
En el proceso, todo estaba decidido de antemano. Según explicó Daniel Anýž, autor de un nuevo libro sobre la vida de la familia de Horáková, para la Radio Checa, se quedó sorprendido por la manera con la que el régimen tenía todo planeado.
“El proceso contra Miladá Horáková y sus supuestos cómplices, todos inculpados de traición, fue completamente inventado con la ayuda de consejeros soviéticos. Para los interrogatorios existían cuestionarios. Y estos contenían no solo las preguntas, sino también las respuestas”.
El proceso contra Horáková tardó ochos días, pero mucho antes de empezar ya los fiscales sabían que la sentencia sería la pena de muerte, explica Anýž.
“Las sentencias también estaba decididas de antemano. El presidente del Senado contaba con instrucciones de parte del demandante que le indicaba qué preguntas debía plantear. Del grupo de 13 personas que comparecieron ante el tribunal, algunos siquiera se conocían, antes del aňo 1948 no se habían visto”.
De las trece personas, cuatro fueron condenadas a la pena capital: aparte de Horáková, el expolicía Jan Buchal, el expropietario de minas y jurista Oldřich Pecl, y el periodista excomunista Záviš Kalandra.
Según explicó para la Radio Checa el historiador del Instituto de la Historia Moderna Jiří Kocián, Horáková permaneció firme en sus convicciones durante todo el juicio.
“Horáková criticó el régimen hasta el último momento, se oponía a la manera en la que los comunistas asumieron el poder. Ella representaba el socialismo democrático, es decir una libertad política plena y el respeto de los derechos cívicos y políticos”.
Muerte
Numerosas personalidades del mundo entero, entre ellas Albert Einstein, Winston Churchill o Eleanor Roosevelt salieron en defensa de Horáková y pidieron para ella el indulto. No obstante, todo fue en vano.
La ejecución fue fijada para el día 27 de junio de 1950, en la madrugada.
A las 5 horas 35 minutos Milada Horáková subió al cadalso en el patio del presidio de Pankrác en Praga, siendo la última de los cuatro condenados a muerte. Tres horas antes se despidió de sus prójimos con las siguientes palabras.
"Los pájaros se están despertando ya: empieza a amanecer. Voy con la cabeza erguida: hay que saber perder. No es una vergüenza. Incluso el enemigo no pierde el honor al ser veraz y honrado. En la lucha se cae, pero la vida no es otra cosa que una lucha".
Este mensaje llegó a su destinatario cuarenta años más tarde, ya que el régimen comunista no cumplió el último deseo de Horáková. Su hija, Jana Kanská, que hoy vive en EE. UU., no pudo recibir el legado epistolar de su madre antes de que cambiara el régimen en su país natal, es decir, a principios de los años 90.
Milada Horáková fue la única mujer de las en total 248 personas que en Checoslovaquia fueron ejecutadas durante los procesos políticos impulsados por los comunistas en los años 50. Después del proceso contra Milada Horáková se realizaron los así llamados procesos sucesivos, fueron 35, en los que fueron juzgados 639 acusados. El Tribunal Estatal dictó diez sentencias de muerte, 48 condenas a cadena perpetua y la suma de las penas de prisión llegó a 7830 años. Sólo 21 acusados fueron absueltos.
A pesar de la represión comunista, la noticia sobre la firmeza moral de Horáková y su compromiso con la lucha por la libertad y la democracia pronto se dio a conocer por todo el país. Para muchos se convirtió en un ejemplo a seguir.
En memoria de todos los hombres y mujeres que sufrieron la injusticia del régimen, se celebra el 27 de junio en Chequia el Día de las Víctimas del Régimen Comunista.