El festival de cine de Karlovy Vary supone una inyección económica para la región
El festival de cine internacional de Karlovy Vary, que este año celebra su edición número 49, además de constituir el principal evento del año para esta industria es también un aporte casi imprescindible para toda la economía de la región. La organización del festival gasta en Karlovy Vary más de 6 millones de euros.
A esto hay que añadir el personal de los hoteles, los camareros, cocineros, empleados de instalaciones turísticas, tiendas o incluso taxistas, que ven incrementados sus ingresos y oportunidades de trabajo durante esta semana.
Según Film Servis Festival, el evento supone la inversión de más de seis millones de euros en esta ciudad balneario, de los cuales una tercera parte está formada por alojamiento, alquileres, obras, compra de materiales y honorarios.
"Cada año el festival es más caro, especialmente en cuanto a servicios, ya que los hoteles son más caros y aumentan también los alquileres", comentó el presidente del evento, Jiří Baroška, añadiendo que el presupuesto se ha visto incrementado en los últimos dos años en 150.000 euros en cada ocasión.Por otro lado hay que sumar los 3,5 millones de euros que se calcula que gastan los espectadores, invitados y periodistas. Cabe mencionar el creciente fenómeno de los llamados mochileros, que aunque no gastan grandes sumas, permanecen fieles al festival y hacen algo de gasto.
El año pasado, según los organizadores, el número de espectadores con pase fue el año pasado de 10.155, e hicieron un gasto medio de 18 euros por persona. Los invitados y otros huéspedes acreditados se dejan el doble.
Luego hay que sumar el desembolso realizado por los patrocinadores del festival, que se calcula en 730.000 euros. Las marcas asociadas al festival pagan alojamiento, catering, publicidad en calles y fachadas, fiestas y otros eventos.