Los cambios de horario traen más daño que beneficio, afirman cada vez más personas
En la madrugada del domingo el reloj fue atrasado en una hora en todos los países de la Unión Europea, pasándose al horario de invierno que regirá hasta el último domingo de marzo. El cambio de horario persigue principalmente mayores ahorros de energía, pero aumenta el número de detractores de esta medida, quienes afirman que trae más daño que beneficio.
Entre los adversarios checos del cambio de horario figura el eurodiputado por el democristiano Partido Popular, Tomáš Zdechovský, quien se unió a la iniciativa europea ‘For Only One Time’, que quiere implementar un solo horario.
”Los efectos negativos de ese cambio son muy superiores a los positivos. En muchos sectores de la economía nacional los cambios de horario afectan la salud de muchos trabajadores, que tienen dificultad por ejemplo para concentrarse en su labor”.
Zdechovský, que es especialista en psicoterapia, afirma que a algunas personas el cambio de horario les puede ocasionar también serios problemas de carácter psicológico.
”Durante unos cuatro años encabecé un neurolaboratorio y con el cambio del horario registrábamos siempre un aumento del número de pacientes. Venían muchos gerentes de empresas y deportistas por ejemplo, quienes se quejaban de que tenían problemas para dormirse por la noche o les costaba reaccionar con rapidez a ciertos impulsos”.Una experiencia semejante tiene el experto alemán en medicina del sueño, Manfred Cassel, quien sostiene que el cambio de horario puede provocar en las personas estrés e influye negativamente en sus sistemas hormonales.
Entre otros puntos negativos del cambio de horario, sus adversarios señalan que dificulta que un europeo se oriente en la hora que rige en otras zonas horarias del mundo, por ejemplo en América Latina, así como en el horario de la salida de trenes y autobuses de larga distancia el día del cambio del horario al de verano o invierno.
Una de las posibilidades es suspender por completo los cambios de horario. También se debate la eventualidad de unificar los horarios en toda Europa en uno solo. Esta idea es apoyada por numerosos médicos, economistas y políticos en la República Checa, así como en Alemania y otros países europeos.
El horario de verano comenzó a aplicarse en los países europeos durante la Primera Guerra Mundial. En los territorios checos, que entonces formaban parte del imperio Austro-Húngaro, fue introducido por primera vez en 1916, con el fin de ahorrar energía eléctrica.