Huevos contra el presidente en el 25 aniversario de la Revolución de Terciopelo
Las protestas contra el presidente de la República, Miloš Zeman, fueron las protagonistas del 25 aniversario de la Revolución de Terciopelo, celebrado este lunes. Los manifestantes le sacaron la tarjeta roja al mandatario y llegaron a arrojarle huevos durante un acto con otros presidentes europeos.
Zeman se tuvo que enfrentar no solo a silbidos y gritos, sino también a una lluvia de huevos de la que sus guardaespaldas tuvieron que protegerle con paraguas y que también amenazaron a los presidentes de otros países europeos post-comunistas presentes en el acto. De hecho el presidente alemán, Joachim Gauck, se convirtió en víctima colateral al ser alcanzado indirectamente en la cabeza.
Así respondió Miloš Zeman a las protestas desde la tribuna.
“En aquella época era un acto de valor venir a la manifestación no solo en Višehrad sino también en la Avenida Nacional y dejarse golpear por la Policía. No sé quién de ustedes estuvo entonces en la Avenida Nacional. Yo sí. Es una cobardía por parte de aquellos que allí no estuvieron venir ahora a tirar huevos u otros objetos”.
Miles de tarjetas rojas contra Zeman, exigiendo su dimisión, y pancartas de protesta con eslóganes como “Miloš a la papelera” en este y otros actos marcaron la jornada que se convirtió a su modo en una muestra pública de rechazo al presidente. Personaje polémico por sus declaraciones, Zeman rebasó los límites con el uso de vulgarismos en una reciente entrevista radiofónica, lo que sus detractores consideran una falta de respeto a su cargo.A su imagen tampoco ayudan las declaraciones del sábado, que repitió el lunes en un acto en la Universidad Carolina de Praga, en las que relativizaba la importancia de las protestas estudiantiles a la hora de dar comienzo a la caída del régimen. En su opinión a la caída del comunismo contribuyó el falso rumor de que había habido muertos en la manifestación del día 17, además del bajo nivel del gobierno de entonces.
Velas y música en honor de los estudiantes del 17N
El escenario principal de las celebraciones fue la Avenida Nacional, que comunica la plaza de Venceslao con la ribera del Moldava, y donde fueron duramente reprimidos los manifestantes del 17 de noviembre de 1989. Como de costumbre se encendieron velas en honor de los estudiantes víctimas entonces de la brutalidad de la Policía del régimen, tanto en el lugar de los hechos como en la estatua de San Venceslao frente al Museo Nacional.Como novedad se celebraron diversos conciertos al aire libre organizados por la Radiodifusión Checa. De hecho la música, la presencia de puestos callejeros de comida rápida, el mencionado tono de activismo y ocurrencias como el tranvía convertido en discoteca a cargo de Radio Wave dieron a las calles una atmósfera festiva ausente en aniversarios anteriores.
La efeméride sirvió también de marco para la entrega de los premios Memoria de la Nación que homenajean a personalidades de toda Europa que se hayan destacado en la resistencia a sus respectivos regímenes comunistas. Los galardonados de este año fueron la checa Dana Vargová, el alemán Manfred Matthies, el sacerdote eslovaco Anton Srholec, el polaco Kornel Morawiecki y el húngaro János Kenedi.
Durante la jornada también se realizó un acto conmemorativo en la residencia estudiantil de Hlávkova, donde el 17 de noviembre de 1939 las autoridades nazis intervinieron contra los líderes estudiantiles checos, asesinando a uno de ellos, Jiří Opletal, e iniciando una ola de represión contra los estudiantes del Protectorado de Bohemia y Moravia que se traduciría en el cierre de universidades y la deportación de elementos sospechosos a campos de concentración.