Agricultura pretende crear una ley para regular el vino

El Ministerio de Agricultura está preparando una nueva ley de regulación del vino con el fin de frenar el mercado ilegal y mejorar la calidad de los caldos checos. Una regulación que, de momento, no gusta a los pequeños productores.

Foto: Kristýna Maková

Los europeos cada vez beben más vino y de mejor calidad. Esa es una de las conclusiones a las que llegan la mayoría de los fabricantes europeos del sector, pero los caldos checos, en especial los moravos, no terminan de cuajar en el mercado, y la República Checa está aún muy lejos de Francia, donde se beben 52 litros por habitante, o del país donde mayor cantidad de botellas por habitante se adquieren, El Vaticano.

El Ministerio de Agricultura checo calcula que el 80% del vino en barril que hay en el país es de importación. Pero el problema del sector radica en que no todos los vinos que se presentan como checos, lo son. Desde Agricultura creen que algunos productores compran vino de baja calidad en barricas y los hacen pasar por caldos checos, o bien que mezclan el vino importado con colorantes y azúcar.

Conscientes del daño que este tipo de prácticas provocan en el sector, el Ministerio está redactando una nueva ley que sólo permitiría la venta de vino de barril producido a partir de uvas cosechadas en la República Checa y producido por productores locales. Además de eso, a los productores sólo se les permitiría vender su vino en barricas a través de sus propios establecimientos o en vinotecas.

Y las medidas del Gobierno no acabarían ahí. La Autoridad Checa de Inspección de Alimentos supervisaría las ventas de vino y sancionaría de manera más severa los incumplimientos de la futura ley.

Pero como el vino no es siempre ni blanco ni negro, el Ministerio se ha topado ya con la oposición de los pequeños productores, que consideran que la medida sería devastadora para los pequeños vendedores y que ellos tendrían el mercado más limitado a la hora de vender su producto.