Chequia debe dinero a la Bóveda Global de Semillas de Svalbard
La República Checa debe unos 727.000 euros a la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, a pesar de haberse comprometido hace más de diez años a contribuir a su funcionamiento. Este establecimiento surgió por iniciativa de la ONU para asegurar la alimentación de los habitantes del planeta Tierra en caso de una catástrofe mundial. Pero su funcionamiento depende de las contribuciones financieras de los países participantes en el proyecto.
”La Bóveda Global es una especie de búnker, donde se conservan para las futuras generaciones las semillas de plantas que conforman la biodiversidad de cultivos para la alimentación. En este lugar las semillas estarían protegidas incluso en caso de una catástrofe mundial”.
Las semillas se mantienen a una temperatura de alrededor de 20 grados bajo cero. Y debido a que el almacén se encuentra dentro de una montaña, en condiciones climáticas extremas, las semillas allí guardadas se conservarían cientos de años, independientemente de que funcione allí o no la corriente eléctrica.
En vista de que la existencia de esta bóveda que consta de tres cámaras con una capacidad cada una de 1,5 millones de muestras de semillas diferentes depende del apoyo financiero de los Estados, y no todos han cumplido ya este compromiso, Bruselas se empeña por convencer a sus miembros para que lo hagan.
De entre los países de Europa del Este por ejemplo, pagó su contribución hasta el presente sólo Eslovaquia. Actualmente se está negociando con la República Checa, que debe unos 727.000 euros. El ministro de Agricultura, Marian Jurečka, ha dado su visto bueno a la financiación del proyecto pero, como sostiene el eurodiputado Pavel Poc, mucho depende del respaldo del Ministro de Finanzas, Andrej Babiš.”Confío en que la República Checa cumplirá con su compromiso y contribuirá al funcionamiento de la Bóveda Global de Semillas. La decisión debe ser adoptada por el Gobierno, pero previamente debe dar su acuerdo el Ministerio de Finanzas. Y éste es encabezado ahora por un experto en temas agrícolas que debería comprender el significado que tiene el proyecto para la Humanidad y ayudar a que pueda continuar”.
Michael Koch, uno de los directivos de la banca mundial de semillas considera que sería escandaloso si algún país se negara a pagar su aportación. “Todos comemos y aprovechamos los alimentos que tenemos a nuestra disposición, por lo que también todos deberíamos reconocer y respetar la gran importancia que tiene la existencia de una cámara que guarda y protege una amplia variedad de semillas”, dijo Koch.