Zeman y Sobotka presionan al ČNB y a Babiš para que Chequia entre en el euro
El presidente Zeman y el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, continúan con su tira y afloja con el ministro de Hacienda y el Banco Central para decidir un calendario de adopción del euro.
Todos los Estados miembros de la UE que no pertenecen a la zona euro, con la excepción de Dinamarca y el Reino Unido, que tienen cláusulas de exención, se han comprometido a adoptar el euro una vez que sean capaces de cumplir los criterios de convergencia conjunta.
Aunque la República Checa se unió a la UE hace más de diez años, no tiene ninguna prisa por sumarse al euro. Mientras que Eslovaquia adoptó el euro en 2009, Chequia ha ido retrasando su decisión amparándose en la crisis y en la inestabilidad provocada por Atenas.
El presidente Zeman está ahora tratando de acelerar el proceso de adopción de un calendario para cumplir los requisitos. Cree que si hay voluntad por parte del Gobierno y del Banco Central, técnicamente el proceso podría estar completado dentro de tres años. De momento, ha pedido una reunión sobre el euro en el palacio de Lany en mayo a la que planea invitar a funcionarios de Gobierno y representantes del Banco Central. Como un gran defensor de la adopción del euro, el presidente ha criticado en repetidas ocasiones al Banco Central por querer retrasar la adopción con sus políticas fiscales.Recientemente, Zeman, que es el único responsable del nombramiento de la junta directiva del Banco Central, dejó claro que elegirá a un gobernador del banco pro-euro cuando el mandato de Singer finalice el próximo año.
El primer ministro Sobotka también subrayó su compromiso con el proceso de adopción del euro a pesar de que era más cauto en su estimación de cumplimiento de los compromisos y calcula que 2020 sería una fecha más aceptable.
Sin embargo, encontrar un amplio apoyo para este plan en el Gobierno no va a ser fácil. La adopción del euro no es parte del acuerdo de coalición y el líder del segundo partido más fuerte del gobierno, el ministro de Finanzas, Andrej Babiš, ya ha dejado claro que él considera prematuro el debate sobre una fecha límite para adoptar el euro. "No hay sentido en debatir cuando el futuro de la zona euro no está claro. No sabemos si Grecia seguirá o incluso si la zona euro será capaz de hacer frente a su deuda", dijo Babiš en unas recientes declaraciones a la prensa. Pavel Bělobrádek, el líder de la Democracia Cristiana, el partido más pequeño de la coalición de Gobierno, también es reacio a apoyar un calendario: “Deberíamos esperar a ver cómo se desarrolla la zona euro e incluso si somos capaces de cumplir con los criterios establecidos".
Y mientras tanto, Bruselas sigue presionando a Praga cansada de su política de esperar los acontecimientos y dejar pasar el tiempo, sabedores de que tarde o temprano la moneda única inundará las tierras checas.