La ciudad balneario de Janské Lázně vuelve a la vida
Por su posición cercana a los Montes de los Gigantes, el pueblo de Janské Lázně es un punto de partida ideal para el turismo de montaña y el esquí. No obstante su principal atractivo turístico y su principal fuente de riqueza es el balneario del mismo nombre, especializado en la cura de enfermedades motoras.
Como explicó el director de las instalaciones, Rudolf Bubla, el descubrimiento de estas dos fuentes de aguas termales se remonta al siglo XI.
“La fuente termal de Janské Lázně fue hallada alrededor del año 1006 por Jan de Chockov, uno de los hombres de armas del caballero Albrecth de Trautenberk. Según la leyenda descubrió el manantial en uno de sus paseos. Nosotros utilizamos para los tratamientos dos fuentes: el manantial de Jan y el manantial negro”.
Las aguas termales no tenían al principio un uso medicinal, sino que se utilizaban para mover la noria para el transporte de mineral ferroso. No fue hasta el siglo XIV cuando Zilvar de Silberstein hizo construir aquí las primeras y rudimentarias instalaciones balnearias.
Los baños experimentaron una considerable evolución en el siglo XVII, cuando el príncipe Jan Adolf Schwarzenberg ordenó construir junto a la fuente seis nuevos edificios y confió al doctor Hettmayer la descripción de las propiedades curativas de las aguas del lugar.
La panacea contra la poliomelitis
En 1935 el balneario de Janské Lázně comenzó a utilizarse para tratar parálisis infantiles, siguiendo el modelo de Warm-Springs, en Estados Unidos, donde disponían de un agua mineral de composición muy similar, subraya Bubla.
“Warm-Springs son conocidas por el hecho de que allí recibió tratamiento el presidente Franklin Delano Roosevelt, que sufría de poliomelitis, un tipo concreto de parálisis que se consiguió erradicar en torno a 1957. Precisamente toda una serie de males similares se curaban en Janské Lázně. La generación más reciente de niños afectados por la poliomelitis todavía es tratada de vez en cuando aquí. Cada otoño tienen en Janské Lázně su congreso”.Incluso se llegó a plantear convertir el centro en un balneario de proyección internacional, prosigue.
“Después de la Segunda Guerra Mundial se pensó que aquí podrían recibir tratamiento niños de toda Europa. Fue una idea que recibió apoyo entre 1945 y 1948, en el marco del plan Marshall. Incluso se iniciaron las obras de construcción de un nuevo pabellón, pero todo eso se descartó en 1948”.
Janské Lázně destacaba por ser el primer balneario en las tierras checas en poner en marcha el popular método del neurólogo norteamericano Herman Kabát de refuerzo muscular fisioterapéutico. Se trataba de estimular los músculos de aquellos inmovilizados por un derrame cerebral o un trauma que hubiera dañado el sistema motor.
“Cuando uno llega a los espacios donde realizamos la ergoterapia, tiene la sensación de que los niños y adultos que se encuentran allí solo están jugando. Es lo que parece. Construyen juguetes con piezas de lego o aprenden a cocinar un pastel. Pero se trata de un método muy eficaz para tratar cualquier incidencia central del cerebro, cuando es necesario renovar las habilidades motrices finas de las manos, piernas, extremidades…”.De una forma o de otra, el balneario de Janské Lázně está fuertemente relacionado con el tratamiento de los más pequeños. En 1981 se construyó el sanatorio infantil Vesna, apunta Bubla.
“Es interesante señalar que Vesna fue construido por una empresa italiana. Debían existir entonces buenas relaciones y conexiones en el Gobierno y en el Partido, ya que el sanatorio infantil costó en su momento 14 millones de dólares, lo que entonces suponía una gran cantidad de dinero”.
Curando el cuerpo y el alma
En la actualidad visitan Janské Lázně tanto menores como adultos, sobre todo aquellos con afecciones del aparato motor. También destacan por su interés turístico: se organizan programas de wellness y en 2007 se abrió en el lugar el primer hotel de cuatro estrellas.
La cercanía de puntos de interés también contribuye a su atractivo. Cerca de las instalaciones encontramos el zoo de Dvůr Králové, el castillo de Pecka o las pistas de esquí de Černá hora-Pec. Precisamente desde la cima del monte de Černá hora un funicular puede trasladarle a uno cómodamente al centro de la población.
Janské Lázně cuenta además con su propio encanto, proporcionado por ejemplo por la columnata obra del arquitecto vienés Brang o por actividades culturales tales como veladas literarias o bailes.“Alguien podría pensar que es una pérdida de dinero el que el seguro médico pague el que los pacientes se lo pasen bien aquí, que se vayan a bailar. Pero el funcionamiento de un balneario no consiste solo en que alguien hace ejercicio o se somete a tratamientos, que alguien lo sumerge a uno en agua caliente o barro. Se trata también de que el balneario impone un régimen completo, y eso tranquiliza al paciente, interfiere en su metabolismo, hace que comience a pensar en otras cosas que durante su vida normal. Y de todo esto forman parte también las relaciones sociales, la comunicación con colegas y los bailes”.
Durante los años de la crisis económica, también el balneario de Janské Lázně sufrió recortes presupuestarios, sobre todo de forma indirecta, cuando los seguros médicos dejaron de cubrir los tratamientos en balnearios. En aquellos años se habló incluso de cerrar el sanatorio infantil Vesna.
Últimamente sin embargo el balneario empieza a salir de los números rojos. Además de clientes checos, curan aquí sus afecciones árabes, rusos, alemanes e italianos. Como comenta Bubla, el balneario ha iniciado una nueva campaña de marketing, lo que incluye un nuevo logo y también un nuevo eslogan más que simbólico y que puede aplicarse tanto a los pacientes como a Janské Lázně: De vuelta a la vida.