Los problemas de adaptarse en Chequia siendo hijo de inmigrantes
Llegar a Chequia desde el extranjero siendo niño y adaptarse al idioma y al sistema escolar no resulta nada fácil. Ucranianos, mongoles, vietnamitas y menores de otras nacionalidades tienen que vérselas con una lengua que les es ajena en la escuela y con la dificultad de hacer nuevos amigos.
Por otro se rompen los lazos con el entorno familiar y social de sus países de origen, sin que se vean sustituidos por nuevos, ya que a menudo les cuesta ser aceptados y hacer nuevos amigos.
Aña Vozñuk, de la asociación Most Pro para la inserción de los extranjeros en la ciudad de Pardubice, resume así el problema.
“Afecta mucho a la confianza que tienen en sí mismos. Al principio llegan a la escuela entusiasmados, creen que van a hacer muchos amigos, pero después se encuentran aislados, desconcertados. Y cuanto más mayor es el niño, más difícil le resulta integrarse en algún grupo”.
Most Pro ayuda actualmente a unos 40 niños extranjeros a adaptarse a su nueva escuela. No todos lo consiguen, y algunos han de regresar. Los que peor lo tienen son los asiáticos, por una diferencia fundamental de idioma y cultura, y también los niños más tímidos, apunta Helena Grundmanová, directora de la asociación.
“Los niños introvertidos, si no cuentan con la ayuda de sus padres y de la escuela, se derrumban psicológicamente, sobre todo si están en la adolescencia. Esa es la peor de las posibilidades, y por desgracia últimamente es bastante frecuente”.
En la República Checa vivían en 2013 unos 439.000 extranjeros, de los que aproximadamente el 10% eran menores de 14 años.