Acuerdo de Gobierno para la implantación de las cajas registradoras electrónicas

Los partidos de la coalición de Gobierno acordaron este miércoles la aprobación de las cajas registradoras electrónicas tras un intenso debate y pese a las reticencias del democristiano Partido Popular.

Foto: Hekata 5, Wikimedia CC BY-SA 3.0

Un mayor control de las transacciones comerciales para evitar los fraudes a Hacienda. Ese es el objetivo por el que lleva batallando desde hace meses el ministro de Hacienda y líder del Movimiento ANO, Andrej Babiš, y que ahora, parece, ya lo tiene al alcance de la mano. Este miércoles, los tres partidos que forman la coalición de Gobierno han dado luz verde al proyecto para implantar las cajas registradoras electrónicas en la mayoría de los establecimientos checos. Este nuevo registro electrónico obligatorio de las ventas se aplicará a los servicios de alojamiento y restauración, así como a las empresas de comercio al por mayor y al por menor.

El acuerdo, anunciado por Jaroslav Faltýnek, jefe del grupo de diputados del ANO, tuvo en un principio la oposición de los democristianos (KDU-ČSL) que veían en él un instrumento de control que iba más allá de las competencias del Estado. "Considero importante que el KDU-ČSL nos haya dicho que apoya el proyecto y que está satisfecho con las respuestas que recibió de la Secretaría de Hacienda", expresó satisfecho Faltýnek a los periodistas.

Jaroslav Faltýnek, foto: Alžběta Švarcová

Quien también se mostró contento por el resultado del acuerdo fue el canciller Lubomír Zaorálek, de los socialdemócratas, que aplaudió “el consenso general” que había encontrado entre los diferentes miembros del Ejecutivo.

Ahora el Gobierno se prepara para la tramitación de un proyecto que pretende que esté a pleno funcionamiento a principios de 2016 y que supondrá una verdadera revolución para más de 600.000 empresarios, propietarios de restaurantes y hoteles, artesanos y prestadores de servicios.