Chequia ofrece ayuda a sus vecinos del sur para afrontar la inmigración ilegal
La República Checa ofreció ayuda a Austria para afrontar la ola de inmigrantes ilegales que llegan a ese país. Con tal fin Praga está dispuesta a conceder tanto recursos financieros y tecnología, como el reforzamiento de las patrullas de policías checos en las fronteras entre los dos países.
Chovanec recalcó que Chequia está dispuesta a brindar ayuda a Austria en caso de continuar la gran afluencia de inmigrantes de Asia y África que llegan al territorio austriaco a través de Serbia y Hungría.
”La inmigración ilegal es uno de los problemas fundamentales a los que actualmente se enfrenta la República Checa y en mayor medida todavía Austria. Mientras que en Chequia el número de inmigrantes indocumentados se calcula en varios miles, en Austria llega a decenas de miles. Ofrecimos ayuda a nuestros vecinos austríacos y a la vez hemos planteado la importancia de presionar conjuntamente a los países europeos de donde vienen los inmigrantes, especialmente a Italia, para que adopten medidas encaminadas a detener la ola de inmigración”.
Chovanec indicó que, según le ha informado su colega austriaca, Viena no está en condiciones de recibir a tantos inmigrantes. El ministro checo quiere reforzar las patrullas policiales en las fronteras checo-austriacas y con Budapest debatió hace poco el envío de policías checos a las fronteras entre Serbia y Hungría. La primera etapa de esta ayuda podría ser puesta en práctica en agosto, cuando Praga quiere enviar a la frontera húngaro-serbia a 20 policías.Las patrullas policiales en las fronteras controlan en especial a los pasajeros de los trenes internacionales, aunque el ministro del Interior checo, Milan Chovanec, advirtió que últimamente los inmigrantes ilegales pasaron a utilizar en mayor medida los autobuses de transporte internacional.
El Gobierno de Praga aprobó hace poco la acogida en Chequia de 1.500 inmigrantes hasta finales de 2017. Este año se recibirá en el país a 400 inmigrantes, en 2016 a otros 700 y en 2017 a 400 personas. Unos 1.100 inmigrantes asiáticos y africanos llegarán a Chequia desde Italia y Grecia y 400 de los campamentos para refugiados en países de Oriente Próximo.
La mayoría de esas personas abandonan su país para huir de la guerra, la violencia y la opresión. Según datos de la ONU, desde enero pasado unos 1.900 inmigrantes fallecieron en las aguas del Mar Mediterráneo al querer llegar a Europa.