Chequia aplicará rigurosas medidas de selección de refugiados procedentes de Turquía

Migrantes sirios, foto: CC BY-NC-ND 2.0

La República Checa no aceptará a migrantes sirios procedentes de Turquía antes de finales del año. La ambigua situación que reina en ese país tras el fallido golpe de Estado ha llevado a los checos a incrementar las medidas para la selección y control de los refugiados.

 Milan Chovanec,  foto: Filip Jandourek
El ministro del Interior, Milan Chovanec, fue tajante en sus declaraciones para la Televisión Checa este domingo al referirse a la crisis migratoria. De acuerdo con Chovanec resulta evidente que Alemania no logró controlar la primera fase de la ola migratoria y que la manera escogida resulta dañina.

La República Checa y los otros tres países del Grupo de Visegrád, Polonia, Eslovaquia y Hungría, han dicho no a la política de redistribución de refugiados impulsada por Bruselas.

Chovanec insistió en que Chequia no aceptará a refugiados sirios procedentes de Turquía antes de fin de año.

“La reubicación de los refugiados y su eventual reasentamiento en la República Checa no avanza, y esto se debe a que aplicamos procesos de selección y control sumamente exigentes”.

Migrantes sirios,  foto: CC BY-NC-ND 2.0
El político explicó que todavía se desconoce qué fue lo que en realidad sucedió en Turquía, en torno al fallido golpe de Estado, por lo que no es recomendable dar pasos apresurados.

El ministro Chovanec dio a entender que a pesar de las críticas, la política checa se ampara en el Derecho europeo.

“La República Checa fue marcada de rojo en el mapa de Europa. Los migrantes se enteraron de que aquí rige el Derecho europeo y que en caso de cruzar la frontera de manera ilegal serán enviados a campos de detención”.

La canciller alemana, Angela Merkel, visitó Chequia la semana pasada e intentó persuadir a los checos para que fueran un poco más flexibles en su política para con los refugiados, pero no lo logró. Tampoco convenció a polacos, húngaros y eslovacos.

Migrantes iraquíes,  foto: Filip Jandourek
Los checos han insistido en que la acogida de refugiados debe ser voluntaria y no dictada por un sistema de cuotas. En términos generales la sociedad checa no ve con buenos ojos la eventual llegada de migrantes.

La acogida de un grupo de refugiados cristianos llegados desde Irak terminó mal, porque después de varias semanas en Chequia, donde habían recibido asilo político, decidieron rechazarlo y se fueron a Alemania.

Antes de aceptar a cualquier refugiado, las autoridades checas aplicarán una minuciosa selección y control de seguridad, al tiempo que deberán estar convencidos de que los escogidos desean viajar al país.