Un laboratorio secreto nazi y un tesoro templario en el castillo de Veveří
Un laboratorio secreto de las fuerzas militares nazis y un tesoro oculto de los templarios del siglo XI son los protagonistas de las leyendas que rodean el castillo de Veveří, situado en la ciudad de Brno. Se las contaremos en la nueva edición de 'Leyendas Checas'.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue ocupado por la Wehrmacht, las fuerzas armadas de la Alemania nazi, que lo convirtieron en un centro de rehabilitación para los soldados heridos. Según las fuentes oficiales, su interior servía asimismo de albergue para los comandantes de las tropas nazis. Aunque no quedó confirmado en documentos oficiales, hay rumores que aseguran que los nazis establecieron en el castillo un laboratorio secreto para el desarrollo de nuevas armas.
Según afirmó el jefe de los guías del castillo, Pavel Uedl, el interés de los aficionados en encontrar algunas pistas que descubran la verdad sobre el laboratorio secreto sigue siendo enorme.
“Siempre hay alguien que nos pregunta si es posible bajar al sótano para ver si encuentra algunas puertas o corredores secretos, ya que los nazis supuestamente sabían camuflarlos muy bien”.Sin embargo, cuando se acabó la contienda, el castillo fue convertido en una escuela de formación profesional de silvicultura, y con las reformas fueron enterradas también todas las pistas que pudieran ayudar a desentrañar el misterio, prosigue Uedl.
“Reconstruyeron el castillo entero incluido el sótano. Excavaron por todos lados y luego lo rellenaron de hormigón. El que quiera encontrar algo, tiene mala suerte, ya que el hormigón impide la búsqueda”.
El tesoro templario sigue siendo una gran incógnita
Sin embargo, existe una hipótesis que sostiene que la presencia de los nazis en el castillo de Veveří pudiera tener otro motivo.
Se dice que el castillo fue visitado también por el comandante en jefe de las SS, Heinrich Himmler, conocido por su afición al ocultismo. Puede que se viera atraído por una antigua leyeda templaria vinculada con el castillo.En el siglo XI el príncipe de Bohemia, Bretislao, emprendió una campaña militar contrala ciudad polaca de Gniezno, donde se apoderó de las reliquias de San Adalberto de Praga. Como botín de guerra se llevó también doce estatuas de plata de los apóstoles. Tres siglos después se hicieron con el tesoro los caballeros templarios y lo guardaron presuntamente en el subterráneo del castillo de Veveří. Los obreros que realizaron las excavaciones para esconder el tesoro fueron obligados a trabajar con los ojos tapados, y a aún así fueron después condenados a muerte.
El mismo destino supuestamente tocó a todos los que se atrevieron a buscar el tesoro.
En el siglo XVIII un rayo alcanzó la torre del castillo, haciendo caer un cofre con documentos con indicaciones que guiaban hacia las estatuas. Sin embargo, el mapa fue un gran quebradero de cabeza, ya que casi todas las indicaciones de los templarios estaban en clave.
Uno de los dueños del castillo logró resolver el mapa, sin embargo, las pistas le llevaron a un sótano en el que había varios ataúdes con cadáveres de templarios y doce esqueletos femeninos. Años después el dueño murió al caerse del carro. Una muerte prematura atacó presuntamente a más buscadores.Las esperanzas de que el tesoro se encuentre en el subterráneo de Veveří se mantienen vivas en la actualidad. En los años cincuenta del siglo XX las autoridades comunistas mandaron a restaurar la capilla de la Madre de Dios. En la reforma invirtieron una elevada cantidad de dinero, sin embargo, algunos consideraron sospechoso el que no exista ningún documento oficial sobre la inversión. Es interesante asimismo que en las obras participaron supuestamente como auxiliares también agentes del Cuerpo de Policía Nacional (SNB).
La última investigación geofísica del año 2011 mostró que debajo de la capilla se hallan varias bóvedas. Si albergan el tesoro templario aún sigue siendo una gran incógnita.