Concurso invita a los niños checos en el extranjero a reconectar con su patria
Los niños checos o descendiente de checos que residen en el extranjero tienen la oportunidad de reforzar los lazos con su país de origen gracias al concurso Český Honza, que en su tercera edición ha elegido como tema central la historia de las Tierras Checas.
El concurso artístico y literario Český Honza, bautizado así en honor al mencionado personaje, surgió precisamente como motivación para que los menores reconecten con la República Checa o comiencen a sentir más interés por ella. Su origen se remonta a 2012, cuando Iva Crookston, profesora en el Escuela Checa de California, y Lucie Slavíková, de Escuela Checa Sin Fronteras, empezaron a buscar una manera de comprometer más a los alumnos, nos explica Crookston.
“La idea de hacerlo mediante un concurso me rondaba por la cabeza hacía ya varios años. Para nosotras era importante implicar a los niños, bien de nuestra escuela o cualquier niño de origen checo en el mundo, y conectarlos entre sí. Queríamos hacerlo de forma interesante, no tradicional, para que les pareciera divertido y tuvieran ganas de participar. La forma del concurso nos pareció apropiada y por eso comenzamos con ello”.En este contexto, la figura de Honza el Checo, que en español se podría traducir como Juanito el Checo, acudió a la mente de las fundadoras como el nombre ideal para bautizar el proyecto.
“Honza el Checo es un personaje típico que conocen todos los niños desde muy temprana edad, y además, Honza se lanzó al mundo para vivir experiencias pero al final volvió a casa. Esperamos que los niños que están en todos los rincones del mundo conserven al menos parte de su corazón en la República Checa y deseen volver a ella de vez en cuando”.
Obras de arte, piezas literarias o el carácter especial como persona
La voluntad de que el concurso Český Honza fuera lo más amplio posible y cupieran en él niños y adolescentes de diferentes situaciones y características llevó a que se crearan tres categorías diferentes. La primera es la de trabajos plásticos, detalla Crookston.“El niño puede elegir cualquier forma de expresión creativa, que puede ser por ejemplo escultura, collage, pintura, etc. Y en base al tema del año trata de crear una obra que después nos envía”.
Por su parte, los que hablen checo y se vean con suficiente dominio de la lengua pueden intentarlo en la categoría de relato literario.
“Aquí se pueden implicar niños que se sientan más seguros con el checo. En torno al tema propuesto pueden escribir un cuento, un poema, o cualquier otro tipo de expresión escrita”.
La tercera categoría es más singular y para participar el niño no se inscribe por su propia iniciativa sino a través de la referencia de terceras personas, normalmente sus familiares o amigos.“Si ven que este niño que vive en el extranjero tiene algún talento, destaca en algo, por ejemplo que es un buen deportista, y por tanto contribuye al buen nombre de la República Checa. Uno de los ganadores de otro año fue un niño que ganaba todos los concursos de baile para chicos de su edad, tenía mucho talento. Sus padres hicieron mucho para orientarlo hacia el idioma checo, y por eso lo dominaba bien. Era un candidato perfecto para el premio Český Honza porque en lo que hacía representaba bien a la República Checa”.
Viajando en el tiempo con Honza el Checo
El trabajo creativo de los participantes queda unificado gracias a la existencia de un tema central a modo de inspiración: la máquina del tiempo. Este año Honza el Checo emprende un viaje al pasado, nos cuenta Crookston.
“A Honza el Checo le encanta viajar y recorrer el mundo, y queremos ayudarle a hacerlo, pero en uno de sus viajes se encontró con algo extraordinario: una máquina del tiempo. Y esta máquina que consiguió Honza es única, porque permite viajar atrás en el tiempo en la historia checa”.
De esta forma el viaje de Honza da lugar a muchas posibilidades de cómo enfocar los trabajos, comenzando por el personaje histórico de Juan Hus, el reformista del siglo XV que acabó convirtiéndose una figura fundamental en el imaginario nacional de los checos.“Este año además se celebra el aniversario de la muerte del maestro Juan Hus, lo que puede ser una idea de adonde pueden viajar los niños con la máquina del tiempo. Pero naturalmente en su periplo por la historia checa podrán encontrar algún científico o escritor, o convertirse en parte de un acontecimiento histórico que podrán describir o incluso modificar. Con este tema queremos incitarles a que investiguen y busquen información sobre la historia checa, para que descubran lo que pasó y sepan más sobre sus raíces”.
En el concurso pueden competir niños y muchachos de entre 6 y 18 años y desde su creación el número de participantes se ha triplicado, pasando de los 30 de la primera edición a más de 100 en 2014. El proyecto, patrocinado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa, cuenta con una página web donde aparecen las bases y se realizan las inscripciones.