Chequia congela la mayor parte de las ayudas sociales
El Ministerio de Trabajo de la República Checa no cuenta con elevar la mayor parte de las ayudas sociales en el presupuesto del año próximo. La intención es que aumente la diferencia entre las prestaciones públicas y el salario mínimo, para motivar a los desempleados a la búsqueda de empleo.
Lo único que podría aumentar es la prestación por niño a las familias de escasos ingresos, que a propuesta de la ministra debería incrementarse en 3,7 euros mensuales, pero la idea no cuenta con apoyo ni en la coalición de Gobierno ni entre la mayor parte de la oposición. En general se prefieren los descuentos fiscales por hijo, que sí seguirán creciendo.
La intención del Gobierno es seguir subiendo el salario mínimo, y aumentar así la brecha entre las subvenciones sociales y lo ofrecido en el mercado laboral. Se supone que así se motivaría a los desempleados crónicos, que se encuentran en esa situación más bien por elección personal, a buscar un empleo.
Con un paro del 5,3%, la República Checa se aproxima al pleno empleo y empieza a tener dificultades para cubrir la oferta de puestos de trabajo. Se calcula que hay unos 400.000 desempleados en el país, que se muestran poco dispuestos por cubrir los 130.000 puestos vacantes que existen en el mercado laboral. Actualmente el salario mínimo es de 340 euros, y a partir del 1 de enero de 2017 subirá a 366.
Tampoco subirán las ayudas a enfermos y discapacitados, las subvenciones a la baja de maternidad y similares. Tanto Gobierno como oposición consideran que dado el bajo índice de inflación del país, el aumento no es necesario.