Chequia prepara un plan para armonizar sus relaciones con Gran Bretaña tras el Brexit
El Gobierno checo ha formado un grupo especial para tratar el tema del Brexit y establecer la estrategia a seguir a la hora de negociar con Gran Bretaña el cambio de estatus que supondrá su salida de la Unión Europea.
Las respuestas a estas preguntas dependerán de lo que acuerden Londres y Praga, y precisamente con el objetivo de establecer una estrategia de cara a las futuras negociaciones, el Gobierno checo ha puesto ya en funcionamiento un grupo de trabajo especial. Su cometido lo resume su director, el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Tomáš Prouza.
“Se trata de marcar las prioridades checas, los asuntos en los que nos tenemos que concentrar y en los que amenazan consecuencias negativas para la República Checa, tanto en lo económico como en lo político”.
Además del tema de los emigrantes checos en Gran Bretaña, preocupa especialmente la presencia de empresas británicas en la República Checa. Hoy en día se hallan presentes en el país unas 300 compañías que emplean a más de 10.000 personas. Los británicos se encuentran además entre los principales inversores extranjeros.
Una prioridad del Gobierno será por tanto que el atractivo de Chequia como destino de inversiones no se vea amenazado por el Brexit. Asimismo se ven en peligro las exportaciones checas hacia Gran Bretaña, que eventualmente pueden verse sujetas a aranceles, un transporte más caro y el peor poder adquisitivo de los británicos debido a una libra más débil.
Otro efecto negativo de la salida de Londres de la Unión Europea es una posible reducción del número de turistas británicos que visitan Chequia, ya que en un futuro podrían necesitar visados. Por otro lado, al convertirse Gran Bretaña en un tercer país, sus turistas estarían exentos de pagar IVA, lo que podría compensar los efectos negativos del Brexit sobre el turismo.El Gobierno checo tratará de llegar a acuerdos con Gran Bretaña que conserven al máximo el estatus actual. La nueva primera ministra británica, Theresa May, asegura que no tiene prisa en comenzar a gestionar la salida de su país de la UE, por lo que posiblemente las negociaciones comenzarán el año que viene.