Linces europeos podrían desaparecer del territorio checo
La caza furtiva y una variabilidad genética inferior son las principales amenazas del futuro de los linces europeos que habitan en el parque nacional de Šumava, entre Chequia, Austria y Alemania. Las medidas para conservar la raza fueron el tema clave de un congreso internacional celebrado recientemente en el municipio de Prášily.
Los linces representan competencia para los cazadores furtivos
Según estimó Volfová, uno de los principales motivos por qué los linces se convierten en la víctimas de los cazadores furtivos es la competencia.“Los linces devoran corzas, que aparecen también en el blanco de los cazadores furtivos. El segundo motivo son sus pieles que son apreciadas en el marco de la caza de trofeo”.
Otro de los factores del incierto futuro de los linces europeos es la variabilidad genética inferior, explicó Volfová.
“Bajo este término podemos imaginarnos un mayor riesgo de cruces de parentesco o enfermedades que amenazan a toda la población. En caso de que la variabilidad genética de los animales siga bajando, el lince europeo podría desaparecer de los bosques de Šumava durante las próximas décadas”.
Inspiración en Alemania
Uno de los temas de la conferencia se basó en la necesidad de fomentar la conciencia sobre el problema entre el público. Según declaró Volfová, los especialistas de Alemania tienen más experiencia con la protección de estos animales y los checos se plantean inspirarse en su sistema.“Organizan muchos eventos educativos y en varios festivales o festejos colocan puntos informativos sobre la protección de los linces. Así se fortalece la comunidad de personas, que se interesan por su destino. En Alemania crearon también una metodología útil para la Policía. Les indica qué hacer en caso de detectar a un lince cazado. En la República Checa la Policía aún no sabe muy bien qué hacer, así que para el futuro queremos preparar una metodología parecida”.
Uno de las principales medidas para luchar contra la desaparición de la raza es la investigación científica, basada en la recogida de muestras para monitorear el estado de los linces.
“Son animales que viven escondidos. Es muy difícil ver a un lince en la naturaleza y resulta complicado monitorear su movimiento. Una forma de realizarlo es el fotomonitoreo, que consiste en las llamadas “fototrampas”, unas cámaras que detectan el movimiento y graban vídeo de alta calidad. Puesto que cada lince tiene un pelaje con una manchas únicas, somos capaces de reconocerlos y sumar a toda la población”.Actualmente se encuentra cubierto aproximadamente el 80% del territorio donde se ha detectado la presencia de los animales y los especialistas concordaron en la necesidad de aumentar la red de monitoreo.