Soldados checos ayudaron a defender Tobruk

Soldados checos ayudaron a defender Tobruk, foto: public domain

Los soldados checoslovacos combatieron en la Segunda Guerra Mundial tanto en los frentes Oriental y Occidental, como en el norte de África. Hace 75 años entraron en el sitiado puerto de Tobruk, que ayudaron a defender ante los ataques de las tropas enemigas italianas y alemanas.

Soldados checos ayudaron a defender Tobruk,  foto: public domain
La legendaria batalla de Tobruk fue la mayor operación bélica en territorio africano en la que tomaron parte los soldados checoslovacos. En total participaron 600 hombres que habían abandonado su país ocupado por los nazis para luchar contra el enemigo desde Francia. Sin embargo, el destino los llevó a Oriente Próximo, donde en 1940 crearon un batallón checoslovaco que decidió participar en las operaciones de los Aliados en esos territorios.

A través del puerto egipcio de Alejandría los checos y eslovacos se trasladaron por mar a Tobruk, en Libia, cercado de los demás lados por las tropas alemanas e italianas, según recordó hace algunos años en entrevista para la Radiodifusión Checa Karel Klapálek, quien encabezó el batallón en África.

“Nos trasladaron a Tobruk por mar en dos contratorpederos que navegaban bastante rápido. Había un fuerte oleaje entonces y la cubierta estaba toda mojada. No estábamos acostumbrados a navegar por mar y muchos soldados sufrían mareo. Al llegar a las proximidades de Tobruk, había que bajarse rápidamente de los barcos entre los ataques aéreos enemigos, porque el puerto era bombardeado de día y de noche. No fue fácil bajarse tan rápido con todo el equipamiento”.

El busto de Karel Klapálek en el paso de Dukla,  foto: Peter Zelizňák,  public domain
Klapálek apuntó que los ataques del enemigo eran muy frecuentes y duros, y defender Tobruk no fue tarea fácil.

”La mayoría de mis hombres eran soldados principiantes. Tenía que aconsejarles cómo actuar, y a veces también regañarlos. Me decía a mí mismo que había que aguantar una semana más, dos días, un día, y que luego nuestra situación mejoraría. Cuando llegamos a Tobruk disponíamos de muy poco equipo de combate. No teníamos cañones antitanques y fuimos obligados a recoger diversas piezas en los campos de batalla, y de éstas hacer un arma nueva que funcionase”.

Los soldados que defendieron Tobruk tuvieron que acostumbrarse también a difíciles condiciones de vida y, en especial, a la escasez de agua. Para no sufrir sed, se vieron obligados a ahorrar el agua en otra parte, según cuenta Viktor Wellemín, otro de los participantes checos en la defensa de Tobruk, en una de las entrevistas guardadas en el archivo de la entidad La Memoria de la Nación (Paměť Národa).

Viktor Wellemín,  foto: archivo de La Memoria de la Nación
”Nos era imposible, por ejemplo, lavarnos la ropa, porque teníamos derecho a cuatro litros de agua al día por persona. Por eso nos veíamos obligados a lavar nuestra ropa en gasolina. Bastaba con pasarla por la gasolina un ratito nada más, luego estirarla y tenerla unos instantes al sol y ya estaba seca y limpia”.

En abril de 1942 el batallón checoslovaco en Tobruk, que tuvo grandes méritos por la conservación de este puerto en manos de los Aliados, fue reemplazado por soldados de Sudáfrica y abandonó Libia. Sus integrantes se trasladaron a Gran Bretaña para seguir combatiendo al enemigo nazi. En los enfrentamientos por Tobruk murieron 14 soldados del batallón checoslovaco y 83 fueron heridos, 26 de gravedad. Las fuerzas Aliadas lograron mantener Tobruk en sus manos.