Clara Janés, premiada por su difusión de la poesía checa en español
La poetisa y traductora española Clara Janés fue uno de los agraciados de este año en los premios Gratias Agit, entregados a los extranjeros que se destacan por expandir el buen nombre de la República Checa. En Radio Praga hemos hablado con esta autora, académica de la lengua y difusora de la obra de Vladimír Holan y Jaroslav Seifert en castellano.
Janés es de hecho la principal traductora al español de los poetas checos Vladimír Holan y Jaroslav Seifert, este último galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1984, y en su currículum se hallan además poemas de František Halas, Vítězslav Nezval y Jiří Orten, y prosas de autores checos consagrados como Karel Čapek y Bohumil Hrabal.
Su aportación a la difusión de las letras checas entre los lectores hispanohablantes ha quedado ahora reconocida con el galardón Gratias Agit, entregado cada año por el Ministerio de Relaciones Exteriores a las personalidades extranjeras más destacadas a la hora de elevar el nombre del país a nivel internacional. Así valoró Clara Janés la concesión del premio en entrevista para Radio Praga.
“Yo la verdad ya había tenido una valoración maravillosa, que fue una medalla que me dio Havel. Y esto me dio muchísima alegría. Ahora se añade este premio. Yo voy haciendo muchas cosas mezcladas pero nunca voy dejando el tema checo. Así que me hace muchísima ilusión, y me estimula para seguir”.
Janés hace referencia a la medalla al Mérito entregada en 2000 por el entonces presidente checo Václav Havel como recompensa a su aporte en la propagación de la República Checa.Una nueva antología de Holan
La autora, aunque no pudo acudir en persona a la entrega del premio Gratias Agit, afirma seguir manteniendo una relación fluida con el país y con su literatura, y de hecho uno de sus últimos trabajos es una nueva antología de Vladimír Holan, nos cuenta.
“Por ejemplo, ahora tengo preparada una gran antología de Holan, porque hice una que se vendió enseguida, se agotó. Y ahora he traducido muchas prosas, que son endemoniadas, y mezclando con poemas que nunca había traducido antes, poemas nuevos, luego una selección de los que ya había traducido. Espero que se publique, porque han sido casi cinco años de trabajo. Queda muy bien, creo que tendrá unas quinientas y pico páginas. Luego hace poco hice una revisión del Mayo de Mácha, que tuvo mucho éxito. Siempre voy haciendo algo”.
Las mencionadas prosas consisten en materiales de diverso tipo y en general se puede hablar de prosa poética, a veces de difícil clasificación, prosigue la traductora.
“Lo que hay es una especie de diarios de la época de guerra. Luego hay una especie de… es tan difícil decir, porque son textos un poco abstractos. Pero si te fijas dentro hay una poética escondida, lo cual es muy interesante. Hay uno que se llama ‘Torso’, luego ‘Trapos, Huesos, Piel’, este lo había hecho y lo he revisado. Y he ido haciendo de este tipo. También me metí con un libro, pero no lo he terminado, porque es tan difícil de acceder a él, que es Lemuria. Tengo prácticamente la mitad traducida, pero no creo que haya lector con la paciencia suficiente. Pero lo demás sí”.En buena parte, esta antología es el producto de un trabajo continuo en el tiempo, elaborado sin prisas, que recientemente ha adquirido el tamaño suficiente para ser publicado. Algo así no sería posible con Seifert, nos confiesa Janés.
“Son cosas que ya tenía y que he revisado. Porque yo siempre he ido haciendo, aunque no publique. Y luego pues resulta que puedes un día volver y profundizar en ello. Y es lo que he hecho con Holan. Con Seifert no lo he hecho, aunque tengo montones de cosas traducidas, pero es que lo que escribe Seifert es tan hermoso melódicamente, en cambio el concepto no es tan fuerte. Parece una tontería, se entiende muy fácilmente, pero para dar el resultado es muchísimo más difícil. En Holan también hay la métrica y la melodía, pero el concepto es tan poético que siempre sale bien”.
Un puente entre culturas
Es precisamente Vladimír Holan el imán que atrajo irremediablemente a Clara Janés hacia lo que entonces era Checoslovaquia. La joven y prometedora poeta encontró de súbito su referencia artística cuando cayó en sus manos ‘Una Noche con Hamlet’.Es así como decidió aprender checo y viajar a Praga para conocer en persona al maestro. Eran los años 70 y ni había recursos didácticos para aprender esta lengua eslava en España, ni abundaban las facilidades para que una española viajara a un país del otro lado de la Cortina de Hierro.
“Primero estudié sola, con el Teach Yourself famoso, y durante todo un verano, con una intensidad tal que cuando la primera vez que fui a Praga, a estudiar la Universidad de Verano, me pidieron a mí que hablara delante del alcalde, fue increíble. Quizá porque era la primera española que aparecía, entonces era un ser exótico. Luego daba la causalidad que yo vivía en París y entonces allí sí había facilidades: en la Sorbona había clase de checo, en lenguas orientales había checo, entonces yo me apuntaba a estas clases y las seguía”.
A pesar de las dificultades, y con la motivación de poder trasladar al castellano a Holan y otros poetas de su generación, Janés alcanzó pronto un alto nivel de checo. A esta lengua, que la autora califica como la más complicada a la que se ha tenido que enfrentar, pronto se sumaron el turco y el persa. Aunque no domina estos idiomas con la misma fluidez que el checo, Clara Janés es actualmente una de las principales difusoras de la poesía turca e iraní en español. En su labor traductora actúa sin embargo siempre en colaboración con un auténtico conocedor del idioma, nos explica.“Siempre necesito tener a alguien al lado. Yo sé lo suficiente para saber que la persona que colabora conmigo se equivoca o no. También es muy interesante, que muchas veces colabora alguien contigo y si hay una repetición, se la salta. Y según el tema que trates, sobre todo en estas lenguas donde no se escriben las vocales, pues si yo conozco el tema, a lo mejor me equivoco menos que uno que no lo conoce”.
El efecto resultante es que Clara Janés no actúa únicamente de puente entre las culturas checa, iraní o turca con la lengua española, sino que indirectamente pone en contacto las poesías de estos países entre sí.“Lo que me impresiona es que a través de lo que yo he hecho lo he dado a conocer a muchas personas. Por ejemplo, donde lo han traducido bastante es en Irán. Yo tengo relación porque me puse un día a estudiar el farsí para traducir. Entré en contacto con poetas jóvenes, y de repente en un momento dado, no recuerdo en que año sería, 2003 o 2004, uno traduce ‘Una Noche con Hamlet’ y hace una lectura pública delante de 500 personas”.
La poetisa ha traducido también del inglés y del francés, por ejemplo obras de Nathalie Sarraute y William Golding. Como autora ha firmado 22 libros de poesía, el último publicado en 2014 con el título de ‘Ψ o el Jardín de las Delicias‘. También ha cultivado la narrativa y el ensayo. En 1997 recibió el Premio Nacional de Traducción por el conjunto de su obra.