El Grupo de Visegrád es una plataforma unificadora

Foto: ČT24

Praga quiere fortalecer el diálogo europeo desde la plataforma del Grupo de Visegrád.

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Los países de Europa central y oriental han sido calificados de “tóxicos” por algunos socios del club europeo por no estar de acuerdo con algunos tópicos de las políticas comunitarias.

La repartición de refugiados según un programa de cuotas obligatorias provocó que los cuatro países del Grupo de Visegrád, Polonia, Hungría, Chequia y Eslovaquia, cerraran filas y rechazaran el esquema establecido.

Eslovaquia y Hungría fueron aún más lejos y presentaron recursos ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea asegurando que la medida no estaba justificada.

El fallo del Tribunal dado a conocer este miércoles indica que el mecanismo de reparto delineado por la Comisión Europea se ajusta al derecho comunitario.

El Secretario de Estado para Asuntos Europeos, Aleš Chmelař, reconoció que en este asunto existen discrepancias entre el Grupo de Visegrád y la Comisión, pero que la agrupación es plataforma unificadora.

“Desde su fundación el Grupo de Visegrád se trazó una serie de tareas, como por ejemplo llevar a los cuatro países a la OTAN y después coordinó el ingreso de todos a la Unión Europea. Son cuatro estados que comparten capítulos de su historia, disponen de una estructura económica similar y coinciden en una serie de temas”.

Para la República Checa, el Grupo de Visegrád es un instrumento de gran utilidad para el fortalecimiento del diálogo, la cooperación y eliminación de cualquier línea divisoria, según Chmelař.

Aleš Chmelař,  foto: archivo de la Oficina del Gobierno Checo
“Nos encontramos en el centro de Europa y estamos sumamente interesados en eliminar cualquier línea divisoria entre el Norte, Sur, Este y Oeste de Europa. Durante la presidencia del Grupo de Visegrád servimos de mediadores, se trata de un papel que deseamos fortalecer”.

Como agrupación regional el V4 busca entidades similares para incrementar la cooperación de cara a la armonización de las políticas comunitarias, insistió Chmelař.

“El Grupo de Visegrád mantiene conversaciones con otras agrupaciones regionales. Este año nos reunimos con los países del Benelux con los que nos unen diversos temas. Estamos interesados en mantener este formato y ampliarlo a otras regiones. Buscamos interlocutores con los que podamos presentar posiciones conjuntas a nivel europeo”.

Los países miembros del Grupo de Visegrád tratan de fortalecer aquellos puntos de coincidencia y actuar en bloque, puesto que juntos representan los intereses de unos 65 millones de ciudadanos. No se trata de algo automático, ya que muchas veces no hay consenso.

Un ejemplo es la crisis migratoria, los cuatro están en contra de la repartición de refugiados, pero solo Bratislava y Budapest presentaron un recurso ante el Tribunal de Justicia Europeo.