La ONU recomienda a Chequia una mayor integración de los gitanos
Chequia debe mejorar la integración de los gitanos y combatir el racismo y la xenofobia, según ha recomendado la ONU.
La delegación de Bélgica sostuvo que en Chequia perdura la segregación de los niños gitanos, mientras que China considera que la discriminación de los gitanos es “sistemática”.
Durante la evaluación, la tercera a la que ha sido sometida Chequia desde 2008, fue sugerido que el Gobierno destine mayores recursos para combatir la violencia.
La viceministra para los Derechos Humanos, Martina Štěpánková, que estuvo al frente de la delegación checa, subrayó que de las 136 recomendaciones de la última evaluación, Chequia cumple 129.
Štěpánková reconoció que la integración de los gitanos sigue siendo una asignatura pendiente, al tiempo que advirtió ante el peligro de la intolerancia, la agresividad y la violencia en la sociedad.“Se trata de cómo combatir el odio que se manifiesta en las redes sociales, en el espacio público y hasta declaraciones políticas. El incremento del odio solapado en diversos sectores representa una grave amenaza, porque la sociedad empieza a cederle espacio”.
Además, la República Checa debe destinar más recursos para borrar las diferencias salariales entre hombres y mujeres, así como combatir los prejuicios contra los solicitantes de asilo.
Otros países valoraron la aplicación de programas para la integración al sistema educativo de niños discapacitados. Y muchas delegaciones resaltaron el papel del Estado en la compra del criadero de cerdos de Lety, para erigir un monumento al Holocausto gitano. En el lugar se encontraba un campo de concentración nazi para gitanos.
Las delegaciones de Turquía, Irán e Indonesia recomendaron que se tomen medidas para contrarrestar la creciente islamofobia que se registra en la sociedad checa.Tampoco faltaron recomendaciones para la aplicación de programas contra la violencia doméstica y que mejoren las condiciones en las cárceles del país, que registran altos niveles de superpoblación.
El Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un proceso al que se someten los 193 países miembros de las Naciones Unidas una vez cada cuatro años y medio con la ayuda de Organizaciones No Gubernamentales.