Traband: entre la charanga y el rock
Entre la charanga de los Balcanes y el rock. Allí es donde se sitúa la música del grupo Traband que se caracteriza por una música generalmente alegre con letras que tienden al escepticismo.
Más tarde, la formación creció, reforzó notablemente la sección de instrumentos de viento, absorbió influencias de las charangas de los Balcanes, el klezmer, y las músicas gitana y árabe, y empezó a tocar una música alegre y bailable, aunque las letras de sus canciones tratan muchas veces temas existencialistas y resultan pesimistas.
Una de las canciones más populares de Traband narra la historia sobre un hombre que mata el tiempo en una taberna de puerto bebiendo aguardiente, fumando en pipa y flirteando con las mujeres. Pero un día sube a la cubierta y pasa a ser marinero.
Cada uno tenemos sólo la fuerza que tiene la soga
Con la que estamos atados al cielo
Toda la vida sólo trabajamos sin llegar a saber quienes somos. Pasan y pasan las nubes por el cielo, que nunca llegan a la meta, reflexiona el grupo.
“No quiero ser como un árbol en el viento que se derrumba al caer un relámpago. Aunque de mí quede solo el polvo, que sirva por lo menos de relleno del reloj de arena”, dice la canción.
Entre las canciones más populares de Traband figura también ‘Pasajero Negro’, lo que en checo significa “pasajero sin billete” es otra de las canciones que habla de la frustración de los esfuerzos del ser humano.
La canción habla de un pasajero cuyo tren va en rumbo contrario. “Mi pasado se burla de mí y me duele el corazón al recordar que los árboles que debieron crecer hasta el cielo quedaron desarraigados”, señala.
Soy un pasajero sin billete
No tengo rumbo ni destino
Camino sin pagar
Y no sé dónde voy a terminar