Las máquinas oníricas del pintor checo Kamil Lhoták
Las bicicletas y motos de Kamil Lhoták, uno de los pintores checos más conocidos del siglo XX, rugen en la capital checa.
“Hasta la persona más sencilla necesita del arte. Por supuesto podemos tener dudas de qué calidad de arte se trate, pero lo necesita. No puede vivir sin darse cuenta de ello. Todos lo necesitamos, porque el arte se dirige a todos. La vida sin él es terrible, no se puede sustituir simplemente por el pan. Cada artista debería esforzarse por difundir la belleza, porque ese es el mayor sentido del arte, sino ¿para qué serviría?”
Las pinturas al óleo de Kamil Lhoták revelan su pasión por las máquinas y el deporte: globos aerostáticos, bicicletas, automóviles, aeroplanos, barcos y trenes de inicios del siglo XX cruzan los espacios vastos de sus cuadros. Las máquinas, sin embargo, no son concebidas como productos nocivos de la Edad Moderna, sino como algo que le es propio al presente, algo que hay que amar tal y como es. El autor conocía con detalle los aspectos técnicos y los retrataba con la máxima minuciosidad posible. Sobre la fascinación de Lhoták por la tecnología moderna nos habla Libor Šteffek, coleccionista y especialista en su obra.
“Las bicicletas y las motos le interesaron mucho a Kamil Lhoták. En los años 50 y 60 se entusiasmó sobre todo con las motocicletas y en aquel entonces realizaba muchas excursiones. Posteriormente se interesó más por las bicicletas. En ambos casos se trató de aficiones que desarrolló de forma activa y que tuvieron gran impacto en su creación artística”.Los descubrimientos tecnológicos no chillan en los cuadros de Lhoták, al contrario, los objetos son concebidos casi como si fueran seres vivos. El globo aerostático, enorme y majestuoso, se eleva silenciosamente sobre los paisajes amplios de sus pinturas como el primer medio en la pugna del hombre por conquistar el aire.
Las pinturas de Lhoták llevan a sus admiradores a rincones escondidos, planicies polvorientas, cercas y vallas abandonadas, carpas de circo o estadios – siempre a espacios extensos, envueltos en un ambiente onírico, que se ven influidos de algún modo por la actividad humana.
Bajo el simple título Retrospectiva, la exposición presenta a los visitantes la mayor selección de cuadros ofrecida hasta la fecha, desde las obras más tempranas del año 1939 hasta aquellas de finales de la vida del autor.Unos 120 lienzos, procedentes de colecciones tanto estatales como privadas, están expuestos al público desde el 7 de febrero hasta el 22 de abril del 2018.
Gracias a las exposiciones realizadas en los años anteriores aparecieron propietarios de piezas desconocidas o supuestamente perdidas, porque Lhoták solía regalar sus cuadros o cambiarlos por ejemplo por una botella de vino. Así, se pueden ver también19 ejemplares nunca antes presentados en público, provenientes sobre todo de colecciones de Suiza, Estados Unidos y Francia.
El comisario artístico Jakub Sluka resume cuáles fueron los objetivos de la exposición y por qué la mayoría de las obras exhibidas pertenece a los años 40 y 50.
“Nos interesó sobre todo reunir obras de alta calidad. Normalmente los pintores tienen su llamado crescendo alrededor de los cuarenta, cincuenta años, es decir durante los momentos cumbres de su vida, y es entonces cuando crean sus mejores obras. Posteriormente ya los temas se van repitiendo y las obras ya no son de tanta calidad como las tempranas. Desde mi punto de vista este es el caso de Kamil Lhoták, nosotros procuramos exponer las obras de máxima calidad”.La elección del espacio de la Casa Municipal, joya modernista de la capital checa, no es ninguna casualidad: fue allí donde en el año 1923 tuvo lugar la exposición de pinturas francesas a la que Lhoták, siendo un niño de 11 años, asistió acompañado de su madre.
La exposición consta de nueve secciones, ya que su obra abarca un amplio abanico temático, se pueden ver cuadros dedicados a las máquinas modernas, periferias urbanas, temas franceses, obras inspiradas por los libros de Julio Verne, sus trabajos surrealistas o incluso retratos de amigos. Entre ellos destacan aquellos de mujeres que suelen tener algún defecto físico. Esta estética de la imperfección quizás provenga de la experiencia del mismo artista, que de pequeño padeció poliomielitis y debido a ello se quedó cojo.
Resulta casi imposible y forzado tratar de encasillar la obra de Lhoták en alguno de los movimientos artísticos del siglo pasado. Aunque se pueden rastrear rasgos del civilismo lírico, surrealismo o constructivismo, se trata de conceptos que son, al fin y al cabo, incapaces de captar su estilo singular.Lhoták se inspiraba en los recuerdos de su infancia y de las imágenes de revistas y carteles viejos. El modo con el que observa la realidad en sus pinturas suele definirse como la mirada de “un niño fascinado”. Jakub Sluka, encargado de la exposición, trata de definir cómo ven las obras sus admiradores.
“Las pinturas de Kamil Lhoták resultan ingenuas para algunos, otros admiran el vacío que domina los cuadros, el hecho de que casi no hay nada en ellos. Yo personalmente pienso que en ellos está concentrado todo, porque sostengo eso de que a veces menos es más. Comprendo su lenguaje y su estilo me es muy cercano. Creo que Lhoták tiene admiradores diversos y cada uno de ellos aprecia aspectos diferentes de su creación. A alguien le gustan las motos, a otro los globos a terceros les atrae el vacío, con uno o dos objetos en el paisaje”.
La obra del pintor de globos aerostáticos sigue llamando la atención, tal y como lo demuestrala presente exposición retrospectiva.Kamil Lhoták (1912 – 1990), pintor de unos 2000 cuadros e ilustrador de cuentos infantiles y libros de autores como Julio Verne o Mark Twain, estudió Derecho, pero como autodidacta consagró su vida a la pintura. Fue miembro del movimiento artístico Grupo 42, que en oposición a las generaciones anteriores que enfatizaban con exceso el tema de la Segunda Guerra Mundial, buscaba la belleza en los acontecimientos cotidianos y en realidades a simple vista poco poéticas, como las fábricas humeantes, los automóviles u otras máquinas modernas.