Zeman celebra su inauguración como presidente, aunque boicoteado por los rectores
La mayor parte de los rectores no asistirán a la inauguración de Miloš Zeman como presidente, que se celebra este jueves. El malestar es causado por no haberse invitado al rector Mikuláš Bek.
Este considera que, aunque su relación personal con Zeman no sea buena, debería haber sido invitado como representante institucional.
“En las ceremonias de Estado todos los funcionarios no están en representación de sí mismos, sino de una institución, cumplen un rol. Lo podemos interpretar como que se trata de invitar a instituciones y no a individuos”.
Bek llama asimismo la atención sobre el hecho de que el presidente de la Cámara de Diputados, Radek Vondráček, tampoco le haya invitado. La ceremonia es una reunión de las dos cámaras parlamentarias y sus respectivos presidentes también tienen la facultad de enviar invitaciones.Vondráček niega sin embargo tener responsabilidad en esta omisión.
“Nos hemos encargado de las invitacines a las que nos obliga la ley, es decir, diputados, senadores, ministros y primer ministro, y el resto se lo dimos al departamento de protocolo del Castillo. De eso se encarga la gente del presidente”.
Los problemas con los rectores comenzaron en 2013, cuando en la entrega de las condecoraciones estatales del 28 de octubre el presidente Zeman no invitó a Bek ni al antiguo rector de la Universidad de Bohemia del Sur, Libor Grubhoffer. Fue una venganza por el hecho de que Bek no había permitido una conferencia de Zeman en la universidad Masaryk de Brno durante su campaña presidencial. Zeman se negó también a nombrar a tres catedráticos. De esta forma desde 2014 los rectores se suelen ausentar de las ceremonias organizadas por el presidente.
En la mesa que usó Masaryk
A pesar de la sombra proyectada por la ausencia de los rectores, se espera que en la ceremonia de este jueves acudan unas 700 personas al Castillo de Praga, entre parlamentarios, diplomáticos y otras personalidades de la vida pública. El evento contará con algunos objetos de gran valor simbólico, como una edición encuadernada en piel de la Constitución checa de 1993, así como copias de la Constitución de 1920, que serán transportadas por soldados en uniformes de legionario de la época.Se colgará en la sala el estandarte original del primer presidente checoslovaco, Tomáš Garrigue Masaryk, con el escudo de la Primera República Checoslovaca, con los emblemas de Bohemia, Eslovaquia, Rutenia, Moravia, Silesia, Těšín, Opava y Ratibor. También se expondrán las condecoraciones estatales de la Orden del León Blanco de primera categoría y de la Orden de Tomáš Garrigue Masaryk, de las que tradicionalmente se encarga cada presidente checo durante su periodo de funciones.
Como novedad, en esta ocasión el presidente Zeman firmará su promesa protocolaria en la mesa que usó en su día el presidente Masaryk, diseñada por el arquitecto esloveno Josip Plečnik. Al terminar la ceremonia y el discurso inaugural del presidente, Zeman y su esposa irán a visitar los restos mortales de San Venceslao, en la catedral de San Vito.