El sector textil artesanal sigue perdiendo trabajadores
En la República Checa, cada vez menos estudiantes están interesados en las profesiones relacionadas con la costura.
Con la llegada de los productos asiáticos a finales de los años 90, más baratos que los producidos en Europa, se inició una época más desfavorable para estos trabajadores y comenzó a reducirse el número de estudiantes, como declaró a la Radiodifusión Checa Martin Úlovec, del Instituto Nacional para la Educación.
“Todavía en el año 2003 entraron más de 1000 estudiantes al primer curso de los estudios de costura. Posteriormente, este porcentaje superó al número de empleados, entonces estos nuevos graduados que entraron al mercado sobraban“.
Ahora los estudiantes eligen campos más artísticos, como el diseño o el arte plástico textil en detrimento de la costura tradicional. Y esta reducción de estudiantes ha provocado que muchas escuelas hayan tenido que cerrar sus puertas. Es el caso de la Escuela secundaria de comercio en Pilsen, cuya especialidad en costura lleva 6 años cerrada, según explicó el representante de la escuela, Jiří Kizman.
“Cada año tienen interés en estos estudios unos 5 alumnos, y con esa cantidad ni siquiera podemos abrir el curso. En unos años no tendremos a nadie que cosa el vestuario para el teatro o las películas“.
Actualmente, muchas empresas del sector en la República Checa tienen que buscar trabajadores en el extranjero, ya que no reciben respuesta a las ofertas de trabajo. Es el problema al que se enfrenta Ivana Polášková, una costurera que lleva más de un año buscando nuevos trabajadores para su negocio.“Yo soy la más joven de nuestro equipo, mis compañeras pasan los cincuenta, entonces me digo que estarán 5 o 10 años más conmigo. Pero después estaré desesperada, porque ahora no podemos encontrar gente“.
Según un análisis de la Asociación de pequeños y medianos empresarios, esta falta de trabajadores está afectando a otros sectores relacionados con las profesiones tradicionales, como por ejemplo, la carpintería y la tapicería, donde también se necesitan jóvenes aprendices.